Per Ardua ad Astra

Tanto gilipollas y tan pocas balas

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¿Sabías por qué… te duele todo cuando tienes gripe?

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Estoy malito...Claro, si la gripe afecta a la nariz y la garganta, ¿por qué demonios tienen que dolerme todos los músculos? La verdad es que quien dice la gripe dice otros muchos virus, desde el rinovirus o coronavirus del resfriado común hasta el VIH o el VEB. Todos ellos pueden dar un cuadro pseudogripal, debido a la producción de interferón y otras citoquinas.

Cuando tu organismo detecta una infección vírica moviliza al Séptimo de Caballería: los linfocitos T, que producen diversos mediadores bioquímicos como el interferón, el TNF-α o la interleukina 6. Estas moléculas regulan la respuesta defensiva, una especie de «acelerador celular inmunitario» (de hecho, el interferón es el tratamiento de la hepatitis B). Lo malo es que del mismo modo que potencian tus defensas también alteran tu termostato corporal y provocan la liberación de moléculas inflamatorias (vg. prostaglandinas), desencadenando un cuadro sistémico: esa es la fiebre, falta de apetito, cansancio, dolor muscular y articular que tienes (como los pacientes con hepatitis B, que cada vez que les ponen su dosis semanal de interferón se cogen una «gripe» que les dura un par de días).

¿Y qué podemos hacer para tratarlo? Muchos de vosotros, cuando vais al médico jodidos por una gripe, pensáis que los médicos sólo sabemos diagnosticar «virus» (¿pero para qué precisar más, si costaría mucho dinero y no aporta nada?) y recetar ibuprofeno, ¡pero es que ese es el tratamiento! Los mediadores de los que hablaba antes desencadenan una cascada de reacciones, uno de cuyos eslabones es la COX-2, una enzima que podemos bloquear usando antiinflamatorios… como el ibuprofeno (o la aspirina o el naproxeno).

Así que, con vuestro permiso, voy a tomarme mi pastilla, que ya me están empezando a volver a doler los hombros…

Bibliografía:
Murray PR, Rosenthal KS, Pfaller MA. Microbiología médica. 5ª ed. Madrid: Elsevier; 2006.
Flórez J, director. Farmacología humana. 3ª ed. Barcelona: Masson; 1997.

Perpetrado por EC-JPR

marzo 28th, 2011 a las 2:24 am

Categoría: Medicina

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¿Puedo contagiarme si estoy vacunado?

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VacunaciónYa son varias las personas a las que he oído preguntarse cómo es posible contagiarse de una enfermedad de la que has sido vacunado: parece ilógico, ¿no? Bueno, permitidme la comparación: un chaleco antibalas te puede salvar la vida, pero no evita que puedas morir de un tiro.

Las vacunas han sido uno de los mayores avances de la Salud Pública1. Permitieron erradicar la viruela, o que esta parte de Europa sea hoy zona libre de polio2 (a la espera de que desaparezca completamente, o de que los soplapollas antivacunas la hagan regresar). Salvan vidas cuando se administra a las personas apropiadas (un muerto menos por cada ciento y pico ancianos cardiópatas vacunados contra la gripe3). Pero no son un seguro a todo riesgo.

¿Qué es una vacuna? Resumidamente, una forma de entrenar al cuerpo para que se defienda contra determinados organismos. Queremos que nuestra policía inmunitaria nos defienda de los hooligans de cierto equipo, así que le enseñamos un hincha desarmado, la bufanda del equipo o una de sus bocinas, para que aprenda a reconocerlos cuando los vea. Cuando administras una vacuna persigues crear una memoria inmune que pueda desencadenar una respuesta contra el antígeno que estás administrando.

Atención al detalle: he dicho antígeno, no bicho. Si a la policía le enseño bufandas, buscará bufandas, si le enseño vuvuzelas, buscará vuvuzelas. ¿Qué significa esto? Ejemplo: el Streptococcus pneumoniae es un bicho del que existen multitud de serotipos (como las versiones de un mismo modelo de coche), serotipos que dependen de unos azúcares de su membrana. Estos azúcares son los que generan la respuesta inmune y, por tanto, los que se administran en la vacuna. En niños menores de dos años hay que administrar la heptavalente, que cubre los siete serotipos causantes de un ~80% de las infecciones4. Eso implica que hay un 20% de infecciones que no serán evitadas por la vacuna. ‘Menuda mierda’, podréis pensar. Pues no: el hecho es que la vacuna reduce notablemente la incidencia y las consecuencias de enfermedades neumocócicas (neumonía, otitis y meningitis)5,6. Pero bueno, que divago: el tema es que no tengo que esperar protección contra aquello que no estaba en la vacuna.

Y eso suponiendo que todo haya ido bien, porque la vacuna no siempre es inmunogénica. En otras palabras, vacunación no siempre implica inmunización. Sabréis que hay ciertas vacunas que se administran en varias dosis: el motivo es que unas no son tan «potentes» como otras (no es igual de duro inocular bichos atontados que azúcares de la membrana). Es el caso, por ejemplo, de la hepatitis B, donde no pinchamos virus sino el llamado «antígeno Australia», una de sus proteínas de envoltorio, obtenida por ingeniería genética. Además, aunque repinchemos al paciente hay un porcentaje variable de individuos que no desarrollan una respuesta suficientemente potente y que, por consiguiente, no están inmunizados. Mismo ejemplo: hepatitis B. En torno a un 10% no van a llegar a «seroconvertir», a inmunizarse (porcentaje que puede subir hasta el 50% si el paciente está inmunodeprimido).7,8

Por otra parte, la inmunidad no es perenne en todos los casos: hay vacunas en las que esa inmunidad decae con el tiempo9, y es el motivo por el que se revacuna contra el tétanos cada diez años (o se debería).

Asimismo, también hay cepas que pasan «bajo el radar»: es lo que sucede con la vacuna de la hepatitis B y la cepa mutante de escape del virus10. Y no obstante, con todas las pegas que le estoy sacando a la pobre vacuna, ha demostrado sobradamente su capacidad de reducir las infecciones por VHB en la población, e incluso la incidencia de hepatocarcinoma11.

Para terminar, indicar que no todas las vacunas tienen una finalidad de protección colectiva, pues no en todas procede aplicar la inmunidad de rebaño. Si se trata de bichos que están en el medio (su reservorio no es humano) y que no se contagian persona a persona, el que yo esté sin inmunizar sólo me afecta a mí. Es el caso del tétanos, por ejemplo.

Espero haberos contado algo que no supiéseis. Si tenéis alguna otra duda sobre las vacunas, os recomiendo que le echéis un vistazo a este detallado documento del CDC: Some Common Misconceptions about vaccination and how to respond to them. Para lo demás, el formulario de comentarios.

Bibliografía:
1: Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Impact of vaccines universally recommended for children–United States, 1990-1998. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. 1999 Apr 2;48(12):243-8.
2: Poliomyelitis. Fact sheet nº 114. Geneva: WHO; 2010 [acceso 21 de noviembre de 2010]. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs114/en/index.html
3: de Diego C, et al. Effects of annual influenza vaccination on winter mortality in elderly people with chronic heart disease. Eur Heart J. 2009 Jan;30(2):209-16. Epub 2008 Nov 8.
4: Advisory Committee on Immunization Practices. Preventing pneumococcal disease among infants and young children. Recommendations of the Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP). MMWR Recomm Rep. 2000 Oct 6;49(RR-9):1-35.
5: Rodenburg GD, et al. Effects of pneumococcal conjugate vaccine 2 years after its introduction, the Netherlands. Emerg Infect Dis. 2010 May;16(5):816-23.
6: Giachetto Larraz G, et al. Costo-efectividad de la vacunación universal antineumocócica en Uruguay. Rev Panam Salud Publica. 2010 Aug;28(2):92-9.
7: Agladioglu S, Beyazova U, Camurdan AD, Sahin F, Atak A. Immunogenicity of recombinant hepatitis B vaccine: comparison of two different vaccination schedules. Infection. 2010 Aug;38(4):269-73.
8: Keating GM, Noble S. Recombinant hepatitis B vaccine (Engerix-B): a review of its immunogenicity and protective efficacy against hepatitis B. Drugs. 2003;63(10):1021-51.
9: Beran J, et al. Comparison of long-term (10 years) immunogenicity of two- and three-dose regimens of a combined hepatitis A and B vaccine in adolescents. Vaccine. 2010 Aug 23;28(37):5993-7. Epub 2010 Jul 15.
10: Dienstag JL, Isselbacher KJ. Acute viral hepatitis. En: Longo DL, Jameson JL, editores. Harrison’s Principles of Internal Medicine. 16ª ed. McGraw Hill; 2005. p.1826
11: Chang MH, et al. Decreased incidence of hepatocellular carcinoma in hepatitis B vaccinees: a 20-year follow-up study. J Natl Cancer Inst. 2009 Oct 7;101(19):1348-55. Epub 2009 Sep 16.

Perpetrado por EC-JPR

diciembre 3rd, 2010 a las 1:36 am

Gripe A: ¿qué es el Tamiflu?

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Con eso de la gripe A el Tamiflu está en boca de todos cual Ziritione: todos lo conocen, pero pocos saben de qué se trata. Además, dado que desde hoy se puede comprar (con receta) en las farmacias, creo que sería conveniente hablar de él y explicar qué es.

Caja y blister de Tamiflu por hisgettVayamos por partes: Tamiflu™ es la marca comercial de un medicamento producido por los laboratorios Roche y que contiene el fármaco oseltamivir. El oseltamivir es un inhibidor de la neuraminidasa o, en cristiano, un fármaco que bloquea una proteína de la superficie del virus de la gripe (la «N» de H1N1) impidiendo que pueda salir de la célula infectada para extenderse1 dejando, por lo tanto, la infección confinada al tracto respiratorio superior.

En contra de lo que mucha gente tiene entendido, el oseltamivir no apareció con ocasión de la gripe aviar de 2005: la comercialización de Tamiflu fue aprobada por la FDA en diciembre de 1999, y se vende en España desde 2002.

Lo interesante del Tamiflu™ es que, junto con el Relenza™ (zanamivir, otro inhibidor de la neuraminidasa), son los dos únicos fármacos útiles para el tratamiento de esta cepa de gripe A pues, en la recombinación que dio lugar a la cepa actual, el virus adquirió resistencia contra los adamantanos2, que es el otro grupo de fármacos antivirales para la gripe.
Si os pica la curiosidad (conociéndoos, seguro que ya tenéis la pregunta), por lo que yo sé hay tres hechos que han motivado que el Tamiflu-oseltamivir se venda más y mejor que el Relenza-zanamivir: el primero (y principal, creo yo) es que Tamiflu se puede administrar en cápsulas o disuelto y Relenza es inhalado, por lo que resulta mucho más incómodo. El segundo es que Tamiflu es marginalmente más eficaz que Relenza. Y el tercero es que, simplemente, Relenza ha tenido problemas de suministro.

¿Y qué utilidad tiene el Tamiflu? Como tratamiento3, se ha visto en estudios que acorta los síntomas en uno o dos días4 (sobre una mediana de seis días), siendo tanto más eficaz cuanto antes se empiece a tomar: siempre antes de 48 horas desde los primeros síntomas, y mejor si es durante las 12 primeras horas. Asimismo, como profiláctico3, reduce la tasa de contagios a un 20%, siendo más eficaz si se emplea selectivamente sobre contactos de casos conocidos (a nivel poblacional, indiscriminadamente, su eficacia era mucho menor5).

Sin embargo, lo que mata de la gripe no es la moquita ni los dolores musculares: es la neumonía. Dijimos que Tamiflu confinaba la infección a las vías aéreas superiores, así que en principio debería de evitar que la infección se extendiese a los pulmones, produciendo daño epitelial y facilitando la sobreinfección bacteriana. Ahora bien, los pocos datos publicados y su escaso tamaño muestral4,5,6,7 no demuestran que el Tamiflu reduzca la incidencia de neumonía o mortalidad por gripe.

¿Mi conclusión personal? Que el Tamiflu es el menos malo de los tratamientos de que disponemos y que, aunque alivie los síntomas, eso también lo hace el paracetamol por menos dinero. En cuanto a las complicaciones, que es lo que nos interesa realmente, de momento no está claro que sirva para algo. Y respecto a su uso como profiláctico, hombre: la vacuna es más cómoda y eficaz, pero si no quedan más narices, el Tamiflu parece una buena opción.

Bibliografía:
1: Ortomixovirus. En: Murray PR, Rosenthal KS, Pfaller MA. Microbiología médica. 5ª ed. Madrid: Elservier; 2006. p.609-17.
2: Emergence of a novel swine-origin influenza A (H1N1) virus in humans. N Engl J Med. 2009 Jun 18;360(25):2605-15. Epub 2009 May 7.
3: Neuraminidase inhibitors for influenza. N Engl J Med. 2005 Sep 29;353(13):1363-73.
4: Effectiveness of neuraminidase inhibitors in treatment and prevention of influenza A and B: systematic review and meta-analyses of randomised controlled trials. BMJ. 2003 Jun 7;326(7401):1235.
5: Label information for TAMIFLU, NDA no. 021087, approved on 09/25/2008. FDA. [Accedido el 01/11/2009] http://www.accessdata.fda.gov/drugsatfda_docs/label/2008/021087s047,%20021246s033lbl.pdf (Es probable que esta hoja de la EMEA contenga la misma información, pero está en español.)
6: Les antiviraux dans la grippe. Un complément à la vaccination, dans certains cas. Prescrire. 2005 Oct;265:678-91.
7: Influenza pneumonia: a descriptive study. Chest. 2001 Jun;119(6):1717-23.

Perpetrado por EC-JPR

noviembre 2nd, 2009 a las 3:08 am

La monjita conspiranoica de la gripe

274 comentarios

Perdonadme: sabéis que no suelo doblepostear en un mismo día, pero Almudena me ha enviado un correo sobre el tema, y mientras le escribía una respuesta exprés, me ha parecido que también os podía interesar a vosotros. De todas formas, advierto que no es una entrada habitual.

Seguro que a estas alturas todos ya conocéis a Teresa Forcades, la monja conspiranoica. Esta benedictina ha escrito en su blog un alegato en contra de la excesiva repercusión mediática que se ha dado a la llamada «gripe A» (crítica que sabéis que comparto por lo que he dicho en otras entradas), y aprovecha para atacar la vacuna de la nueva gripe. Como es probable que ese texto os empiece a llegar a base de reenvíos, el Equipo de Respuesta Rápida Per Ardua ad Astra™ ha hecho una serie de comentarios preliminares.

1. DATOS CIENTÍFICOS
– Los dos primeros casos conocidos de la nueva gripe (virus A/H1N1 cepa S-OIV) se diagnosticaron en California (EEUU) el día 17 de abril de 2009 (1).

Cierto. Sólo por tocar las narices, lo correcto no es exactamente «cepa S-OIV» (Swine Origin Influenza Virus), sino A/California/04/2009 (H1N1).

– La nueva gripe no es nueva porque sea del tipo A, ni tampoco porque sea del subtipo H1N1: la epidemia de gripe de 1918 fue del tipo A/H1N1 y desde 1977 los virus A/H1N1 forman parte de la temporada de gripe de cada año (2); lo único que es nuevo es la cepa S-OIV (3) (4).

Ya lo sabíais.

– Un 33% de las personas mayores de 60 años parecen tener inmunidad para el virus de la nueva gripe (5).

Y esto, también.

– Desde su inicio hasta el 15 de septiembre del 2009, han muerto de esta gripe 137 personas en Europa y 3.559 en todo el mundo (6); hay que tener en cuenta que cada año mueren en Europa entre 40.000 y 220.000 personas a causa de la gripe (7).

No he comprobado los datos, pero es muy posible. Además, la gente tiene una memoria muy selectiva…

– Tal y como han manifestado públicamente reconocidos profesionales de la salud – entre ellos el Dr. Bernard Debré (miembro del comité nacional de ética de Francia) y el Dr. Juan José Rodríguez Sendín (presidente de la asociación de colegios de médicos del Estado Español) – , los datos obtenidos de la temporada de gripe que ya han pasado los países del hemisferio sur, demuestran que la tasa de mortalidad y de complicaciones de la nueva gripe es inferior a la de la gripe de cada año (8)

Nada que objetar.

2. IRREGULARIDADES QUE HAY QUE EXPLICAR
– A finales de enero del 2009, la filial austríaca de la farmacéutica norteamericana Baxter distribuyó a 16 laboratorios de Austria, Alemania, la República Checa y Eslovenia, 72 Kg. de material para preparar miles de vacunas contra el virus de la gripe estacional; las vacunas tenían que ser administradas a la población de estos países durante los meses de febrero-marzo; […] se investigó entonces en qué consistía exactamente el material enviado por la casa Baxter y se descubrió que contenía virus vivos de la gripe aviar (virus A/H5N1) combinados con virus vivos de la gripe de cada año (virus A/H3N2); si esta contaminación no se hubiese descubierto a tiempo, la pandemia que sin base real están anunciando las autoridades sanitarias globales (OMS) y nacionales, ahora seria una espantosa realidad; esta combinación de virus vivos puede ser especialmente letal porque combina un virus que tiene un 60% de mortalidad pero es poco contagioso (el virus de la gripe aviar) con otro que tiene una mortalidad muy baja pero con una gran capacidad de contagio (un virus de los de la gripe de cada año) (9).

La cita proporcionada por la autora, no habla de vacuna: sólo que Baxter proporcionó muestras incorrectas de los virus a un laboratorio austríaco (nada de Alemania, Eslovenia…). A falta de informaciones que respalden sus afirmaciones, este gazapo invalida buena parte del texto.

– El 29 de abril del 2009, […] el nivel de alerta por peligro de pandemia se encontraba en fase 5 […]; un mes más tarde, el 11 de junio del 2009, la Dra. Chan declaró que en el mundo ya teníamos una pandemia (fase 6) causada por el virus A/H1N1 S-OIV (10) ; ¿cómo pudo declarar algo así cuando, de acuerdo con los datos científicos expuestos más arriba, la nueva gripe es en realidad más benigna que la gripe de cada año y, además, no es un virus nuevo y ya existe parte de la población que tiene inmunidad?;

Muy sencillo: «Por convención, el término “pandemia” de gripe ha sido reservado para epidemias globales de gripe causadas por virus con nuevos subtipos H; no se ha aplicado consistentemente a epidemias ampliamente extendidas o globales resultantes de otros cambios genéticos víricos.» Por eso también se habla de pandemia al referirse a las de 1957 y 1968.

lo pudo declarar porque en el mes de mayo la OMS había cambiado la definición de pandemia; antes de mayo del 2009 para poder declarar una pandemia era necesario que muriese a causa de un agente infeccioso una proporción significativa de la población; este requerimiento – que es el único que da sentido a la noción clínica de pandemia y a las medidas políticas que se le asocian – fue eliminado de la definición el mes de mayo del 2009 (11).[…]

EDIT 18h16, a raíz de un comentario en menéame: Respecto a este cambio semántico de la palabra «pandemia», aparte de ser algo secundario como explicaré después, el concepto de la definición actual ya estaba así en 2005, cuando se publicó mi libro de Medicina Interna («When the absence of antibody is worldwide, epidemic disease may spread around the globe, resulting in a pandemic»), o en 2006 con el de Microbiología, e incluso concuerda con la que da el DRAE, hablando de extensión de una enfermedad.

En cualquier caso, ¿qué más me da cambiar la palabra que lo designa, si lo que cuenta son los hechos? ¿Qué más da llamarlo «pandemia» o «gran evento sanitario-festivo», si ello sólo se refiere a su extensión geográfica? De hecho, la propia OMS pone las cosas en contexto al hablar de la gravedad de la pandemia: «La mayoría de los afectados se recuperan de la infección sin necesidad de hospitalización ni de atención médica. En general, la gravedad de la enfermedad por A (H1N1) en los distintos países parece similar a la observada en los periodos de gripe estacional local.».

3. CONSECUENCIAS POLÍTICAS DE LA DECLARACIÓN DE “PANDEMIA’
– En el contexto de una pandemia es posible declarar la vacuna obligatoria para determinados grupos de personas o incluso para el conjunto de los ciudadanos (13) […]

En España la ley 41/2002 de autonomía del paciente no lo permite.

– Es necesario que se sepa que hay tres novedades que hacen que la vacuna de la nueva gripe sea diferente a la de cada año: la primera novedad es que la mayoría de los laboratorios están diseñando la vacuna de manera que con una sola inyección no sea suficiente y sean necesarias dos;

Los informes publicados dicen lo contrario: se producen anticuerpos neutralizantes suficientes con una única dosis de la vacuna.

la OMS recomienda también que no se deje de administrar la vacuna de la gripe estacional; quién siga estas recomendaciones de la OMS se expone a ser inyectado tres veces; esto es una novedad que teóricamente multiplica por tres los posibles efectos secundarios,[…]

Esto es una falacia como una casa: si te pincho un mismo producto tres veces, la probabilidad de efectos secundarios es la misma, pues es intrínseca al producto inyectado, ¡no al número de veces! Si no soy alérgico al melocotón, ¡tampoco lo seré por comerme tres kilos!

La segunda novedad es que algunos de los laboratorios responsables han decidido añadir a la vacuna coadyuvantes más potentes que los utilizados hasta ahora en la vacuna anual; […] la vacuna de la nueva gripe que está fabricando el laboratorio Glaxo-Smith-Kline, por ejemplo, contiene un coadyuvante llamado AS03 (una combinación de escualeno y polisorbato que multiplica por diez la respuesta inmunitaria; el problema con esto es que nadie puede asegurar que este estímulo artificial del sistema inmunitario no provoque enfermedades auto inmunitarias graves al cabo de un tiempo (como la parálisis ascendente de Guillain-Barré) (15)

Nadie puede asegurar que algo no vaya a ocurrir: se llama probatio diabolica. Por no hablar de que esa cita no refiere a un artículo de inmunología, que sería lo esperable, sino a otro titulado «Vacunación H1N1: desconfianza de las enfermeras».

y la tercera novedad, que distingue la vacuna de la nueva gripe de la vacuna de cada año, es que las compañías farmacéuticas que la fabrican están exigiendo a los estados que firmen acuerdos que les proporcionen impunidad en caso de que las vacunas tengan más efectos secundarios de los previstos (ej: está previsto que la parálisis de Guillain-Barré afecte a unas 10 personas de cada millón que se vacunen);

No opino acerca de esos supuestos acuerdos. En cuanto al Guillain-Barré, esa incidencia es la de Fort Dix (1976), el único caso claramente probado en el que la vacuna de la gripe ha sido la causa de una mayor incidencia del síndrome (no obstante, otros estudios dicen que la vacuna de la gripe puede multiplicar por 1,45 la incidencia basal).

UNA REFLEXIÓN
Si el envío de material contaminado que fabricó la casa Baxter en enero no hubiese sido casualmente descubierto, se habría producido efectivamente la gravísima pandemia con el potencial de causar la muerte de millones de personas que algunos están anunciando. […]

Me remito a lo de antes: en base a las citas proporcionadas por la autora, da por cierto algo que no ha demostrado.

Mientras no se aclaren estos hechos, el riesgo de que puedan distribuirse vacunas contaminadas este invierno

Lo repito: no se distribuyeron vacunas contaminadas. Y, aunque eso realmente hubiese ocurrido, no significa que volviese a pasar; de lo contrario, no deberíamos comer vaca (vacas locas) ni mariscos (marea roja) ni pollo (dioxinas), ni…

En caso de que la gripe siga tan benigna como hasta ahora, no tiene ningún sentido exponerse al riesgo de recibir una vacuna contaminada o de sufrir una parálisis de Guillain-Barré.

A mí no me merece la pena ni siquiera el pinchazo. A un abuelito al que un catarro común puede meter en la UCI, probablemente sí.

Perpetrado por EC-JPR

octubre 10th, 2009 a las 1:09 am

Categoría: Medicina

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Gripe A: ¿de qué estamos hablando?

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No te fíes de ese aspecto inocente...Echemos un vistazo a la filiación del imputado: esta llamada «gripe A» es un tataranieto de la gripe de 1918, un descendiente directo de una familia que ese mismo año migró por primera vez de los humanos a los cerdos1. Instalada en este país porcino, la gripe se ha ido casando con distintas parejas hasta dar lugar a la versión que hoy amenaza nuestra especie (efecto de relámpago y trueno). Veamos su genealogía con un poco más de detalle…

El virus de la «gripe española» de 1918 era un virus de gripe que saltó desde las aves a los humanos y los cerdos casi simultáneamente, y que se propagó rápidamente entre nosotros al ser un desconocido para nuestro sistema inmunitario. En los humanos este virus se mantuvo con pequeñas mutaciones anuales hasta la pandemia* de 1957, año en el que desapareció por la competencia de una nueva cepa: el H2N2, mezcla del de 1918 con tres genes aviares. Aquel H1N1 no reapareció en humanos hasta 1977 (se cree que por un accidente de laboratorio3), año en el que coexistieron por primera vez dos subtipos de gripe: el «nuevo antiguo» H1N1 y el estacional H3N2 (el cual, a su vez, en 1968 había reemplazado al anterior H2N2 provocando la subsiguiente pandemia)1.

Esquema virus gripe humana
Esquema de los genotipos de los distintos influenzavirus en humanos (adaptado de NEJM).

Durante todo este tiempo, el A/H1N1 «clásico» pervivió en los cerdos americanos y europeos; empero, a finales de los 70 en Europa y China (pero no en EE.UU.) fue reemplazado por otro H1N1 de origen aviar, que sustituyó al americano original. Recapacitemos un momento. Tenemos entonces tres virus principales diferentes:

  • El A/H1N1 clásico norteamericano, en cerdos,
  • El A/H1N1 eurasiático aviar, también en cerdos, y
  • El A/H3N2 en humanos (el A/H1N1 humano resurgido en 1977, aunque siguió pululando, lo hacía de una manera más marginal4).

¿Me seguís hasta aquí? Pues vamos con el cuarto en discordia: en 1998 se documentó la aparición en cerdos americanos de un triple recombinante porcino con genes del A/H1N1 clásico porcino, A/H3N2 humano y un aviar que pasaba por allí. Este recombinante ha infectado a humanos en repetidas ocasiones desde entonces5, si bien no eran más que casos puntuales; no obstante, permitidme una pequeña digresión, y es que la transmisión de gripe desde cerdos a humanos es algo que ocurre en todo el mundo desde hace décadas6, especialmente en trabajadores del sector.

Esquema virus gripe porcina
Esquema de la evolución de los influenzavirus en cerdos (adaptado de NEJM).

Y coged un poco de aire, que estamos terminando. A este lado del Atlántico, el virus A/H1N1 eurasiático. Al otro, el triple recombinante A/H1N1. Ahora hacemos que se encuentren y, ¡tachán! Tenemos un «nuevo» virus, el A/California/04/20097, que abre los telediarios de medio mundo y al que la gente se refiere como «gripe porcina» o «nueva gripe» (¡como si fuese el único!). Este bicho es una mezcla de seis genes del triple recombinante americano (de los que tres proceden del H1N1 de 1918), con otros dos genes (NA y M) de la cepa porcina eurasiática. Sin embargo, en este último matrimonio el virus ha salido ganando notablemente: el gen M adquirido porta una mutación que le hace resistente a los adamantanos, uno de los dos tratamientos contra la gripe junto con los inhibidores de la neuraminidasa (como el Tamiflu™).

Esquema virus nueva gripe
Último paso en la génesis del virus pandémico (adaptado de NEJM).

Espero haberlo explicado con la suficiente claridad para que se entienda; a mí me costó varias horas de tren hacerme una idea de esta telenovela venezolana… Pero las daré por bien empleadas si he conseguido sintetizarlo con claridad.

*«Por convención, el término «pandemia» de gripe ha sido reservado para epidemias globales de gripe causadas por virus con nuevos subtipos H; no se ha aplicado consistentemente a epidemias ampliamente extendidas o globales resultantes de otros cambios genéticos víricos.»2

Bibliografía:
1: Historical perspective – Emergence of influenza A (H1N1) viruses. N Engl J Med. 2009 Jul 16;361(3):279-85. Epub 2009 Jun 29.
2: The persistent legacy of the 1918 influenza virus. N Engl J Med. 2009 Jul 16;361(3):225-9. Epub 2009 Jun 29.
3: Antigenic similarity of influenza A (H1N1) viruses from epidemics in 1977-1978 to «Scandinavian» strains isolated in epidemics of 1950-1951. Virology. 1978 Sep;89(2):632-6. (apud nº 1).
4: Global patterns in seasonal activity of influenza A/H3N2, A/H1N1, and B from 1997 to 2005: viral coexistence and latitudinal gradients. PLoS One. 2007 Dec 12;2(12):e1296.
5: Triple-reassortant swine influenza A (H1) in humans in the United States, 2005-2009. N Engl J Med. 2009 Jun 18;360(25):2616-25. Epub 2009 May 7.
6: Cases of swine influenza in humans: a review of the literature. Clin Infect Dis. 2007 Apr 15;44(8):1084-8. Epub 2007 Mar 6.
7: Emergence of a novel swine-origin influenza A (H1N1) virus in humans. N Engl J Med. 2009 Jun 18;360(25):2605-15. Epub 2009 May 7.

Perpetrado por EC-JPR

septiembre 20th, 2009 a las 10:49 pm

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Gripe A: ¿por qué (parece que) afecta más a los jóvenes?

118 comentarios

¡Atchís!Como no podía ser menos, en esta santa casa también vamos a tratar el tema de la gripe A. Y, como no podía ser menos en esta santa casa, toda entrada requiere su documentación previa.

Entre los datos que buscaba se encontraba una explicación del hecho de que la gripe A se cebase con la gente joven: ¿qué tendrá el virus contra nosotros? Una vez encontrada la información, y como anticipo de las entradas gruesas que están en el horno, la comparto con vosotros.

Por lo que he leído, parece que esa mayor incidencia (más casos) y morbilidad (más graves) del virus en jóvenes tiene dos posibles explicaciones. La de la incidencia es bien sencilla: se denomina sesgo diagnóstico, y puede llevar a multiplicar la contagiosidad aparente de una enfermedad. Se explica porque ciertos colectivos (vg. escolares) son más proclives que otros a ser diagnosticados: es más factible que una madre lleve al médico al niño de dos años («¿qué tendrá?») a que vaya el abuelete de setenta («esto no es más que un catarro: ¡en mis tiempos, eso sí eran pulmonías!»), del mismo modo que se hacen más análisis masivos en guarderías o colegios que en fábricas o residencias de ancianos. Este efecto se maximiza cuando la enfermedad tiene un curso benigno, como un catarro o una gastroenteritis, haciendo que el paciente no acuda al médico y muchos casos queden sin diagnosticar1.

Por otra parte, hay otro mecanismo mucho más jugoso que explicaría tanto los contagios como su gravedad en la gente joven, y es el hecho de que los más mayores ya están inmunizados contra la gripe A. Y no, no tiene nada que ver con las vacunas anuales. Esa inmunización se debe a que la llamada «nueva gripe» tiene tanto de nueva como yo de cura: genealógicamente (lo veremos el próximo día) es descendiente directa de la de 1918, y estuvo campando a sus anchas entre los humanos hasta 1957. Por lo tanto, es muy probable que la gente que hoy tiene más de cincuenta y pico años ya hubiese pasado una forma similar de «gripe A» en su juventud, lo cual les proporciona una memoria inmunológica2, y especialmente si atendemos al concepto de «pecado antigénico original»3, que mantiene que el sistema inmunitario tiende a producir anticuerpos de manera predominante contra los antígenos de la primera variante del virus de la gripe al cual se exponen. O, en otras palabras, que las personas expuestas al H1N1 en su niñez podrán responder a él más eficazmente.

Una aclaración: como los más sagaces habrán observado, el último punto tiene un agujero. Es posible que sepáis que el H1N1 volvió a circular entre humanos desde 1977: ¿por qué entonces esa gente no habría de gozar de la misma protección que los mayores? La explicación es simple: si bien el H1N1 (no el triple recombinante pandémico, sino un hermano suyo) ha permanecido en circulación hasta hoy, su incidencia es bastante modesta4, lo cual explicaría que pocas personas hayan estado expuestas y que, a nivel poblacional, no cuenten con esa protección inmunológica.

Y esto es todo por hoy. Ya de vuelta en mi base habitual, prometo terminar en los próximos días las demás entradas sobre gripe para compartirlas con vosotros. Y, entre tanto, ya sabéis: no hagáis demasiado caso a los médicos…

Bibliografía:
1: Coming to grips with foodborne infection – peanut butter, peppers, and nationwide salmonella outbreaks. N Engl J Med. 2009 Mar 5;360(10):949-53. Epub 2009 Feb 11.
2: Severe respiratory disease concurrent with the circulation of H1N1 influenza. N Engl J Med. 2009 Aug 13;361(7):674-9. Epub 2009 Jun 29.
3: Inmunidad adaptativa a la infección. En: Janeway CA, Travers P, Walport M, Shlomchik MJ. Inmunobiología: el sistema inmunitario en condiciones de salud y enfermedad. 2ª ed., Masson; 2003, p.418
4: Global patterns in seasonal activity of influenza A/H3N2, A/H1N1, and B from 1997 to 2005: viral coexistence and latitudinal gradients. PLoS One. 2007 Dec 12;2(12):e1296.

Perpetrado por EC-JPR

agosto 28th, 2009 a las 12:15 am

Categoría: Medicina

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