Medicina de Atención Primaria
Habló Ricardo en su blog sobre la mierda que arrojan sus profesores sobre los médicos de Atención Primaria (MAP’s), los que todo el mundo conoce como médicos de familia o de cabecera. Médicos que, hasta hace un tiempo, eran médicos «rasos» (Licenciados en Medicina y Cirugía), pero que desde hace cuatro años necesitan tener la especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria.
La verdad es que el concepto de «médico de familia» ha cambiado mucho con la historia. Lejos quedan los tiempos del médico de pueblo, un hombre sesudo y discreto que, con su maletín en la mano, acudía a las casas donde se requería su ciencia. No menos cierto es que la medicina también ha avanzado mucho en estos últimos años: se han descubierto numerosas patologías, y se ha ampliado enormemente el conocimiento sobre las que ya existían.
Así pues, el médico de familia ya no es el semidiós omnisciente que era antes. Entre otras cosas, porque es materialmente imposible que una única persona retenga en su cabeza todo el conocimiento de la Medicina. En el sistema sanitario actual, las especialidades tienen cada vez más peso; cada vez hemos de recurrir más a médicos focalizados en una única área (hematólogos, nefrólogos…).
Este hecho, unido a la consolidación de los sistemas sanitarios socialistas, llevó a que en 1978, en la conferencia de la OMS de Alma Ata, se fijara al médico de familia como puerta de entrada al sistema sanitario. El médico de familia es pues el primer contacto del paciente cuando su salud flaquea. Este médico está formado para ser capaz de diagnosticar y tratar las enfermedades más comunes, derivando al especialista aquellos enfermos cuya patología, por su complejidad o rareza, excede sus competencias. Esto me parece un acierto: nadie mejor que un médico generalista (o, si acaso, un internista) para saber quién necesita qué especialista. ¿Os imagináis qué caos resultaría si cada uno de nosotros fuese al médico que le apeteciese? Yendo al traumatólogo porque me duelen las articulaciones (en vez de ir al reumatólogo), o visitando al neumólogo cuando me falta el aire (cuando debiera acudir al cardiólogo).
Pero esta entrada no es para cantar las bondades de los médicos de familia. Volvamos al principio del tema: esos profesores despotricando contra las chapuzas de los MAP’s. Y tengo que decir… que les reconozco su parte de razón. Que el MAP sea la puerta de entrada al sistema sanitario, y que éste dependa de ellos, no quita para que en muchos casos, más de los deseados, el MAP sea un garrulo que ha aprendido la medicina mediante ensayo y error.
No sé qué estará primero, si la causa o el efecto, pero el hecho es que Familia es de las especialidades MIR tradicionalmente más denostadas. Quizás porque se trata de un trabajo duro, en unas condiciones precarias y sometido a presión: seis minutos, ¡dinggg! ¡Que entre el siguiente! Es posible. Quizás porque los estudiantes piensan que no han estudiado seis años (más cuatro de especialidad) para recetar jarabes para la tos y pastillas para la tensión. También. En cualquier caso, el hecho es que los mejores alumnos casi nunca eligen medicina de familia. Ni los buenos, ni los menos buenos; Familia se empieza a elegir a partir de los normalitos. Y, con mal barro, no hay quien haga buenos jarros.
Nos encontramos entonces con que el grueso de la atención a los pacientes la llevan a cabo unos médicos con una formación y unas aptitudes no demasiado brillantes; por eso, muchas veces ves tratamientos «empíricos» (esto debería funcionar…) o, peor, tratamientos NVAS (tómese el antibiótico, NoVayaASer…). Por no hablar de los facultativos en cuyos diagnósticos aparecen las dos palabras más peligrosas en Medicina: “es normal”. Y luego te intervienen de urgencia una apendicitis.
Ojo, no digo que todos los médicos de cabecera sean unos chapuceros. En absoluto. Hay profesionales con un gran conocimiento de su trabajo, de los que tendrían que aprender muchos especialistas de medio pelo recién salidos del horno. Ni tampoco digo que esta clase de pifias sean exclusivas de los MAP; de hecho, creo que cualquier especialista las comete en cuanto mea fuera del tiesto y se mete en cosas que no son de su campo. El problema viene porque el MAP es aprendiz de muchas cosas y maestro de ninguna; tiene que saber de cardiología sin ser cardiólogo, de oftalmología sin ser oftalmólogo. Y así, hasta el infinito: cotidianamente ve patologías sobre las que, en bastantes casos, tiene un conocimiento superficial.
Entonces, si el MAP «no sabe de nada», ¿dónde está pues su excelencia? En la práctica. A mi modo de ver, la esencia del MAP es que sea capaz de diagnosticar y tratar las enfermedades más comunes con rapidez y eficiencia. En que no necesite largas (y caras) pruebas complementarias para saber que una patología es esa, y no otra distinta. Y, cuando no pueda o sepa, derivar al especialista.
El problema surge cuando no es capaz de reconocer sus limitaciones. Cuando, aunque no le cuadre, piensa «y esto… nah, esto no tiene importancia». Entre otras cosas, porque detrás del «esto no tiene importancia» a menudo se camufla el «en realidad no sé qué es ni por qué ocurre». Y ahí es donde la hemos cagado.
Y repito, para que nadie se piense que voy en contra de los médicos de familia: todo el mundo tiende a cometer errores siempre que se sale de lo que conoce. Sin embargo, por la idiosincrasia del MAP y su trabajo, se encuentran jugando en terreno ajeno demasiado a menudo. Pero el que la Medicina no sea una ciencia exacta, que tenga su componente «artístico», no justifica que podamos hacer chapuzas.
Entonces, qué pasa, ¿acaso no existen los errores? Por supuesto que sí. Pero, para poder decir que algo es un error, antes hay que asegurarse de que el médico ha actuado correctamente, aplicando los medios y el conocimiento oportuno (lo cual incluye, en muchos casos, pedir ayuda a otros compañeros más expertos). Si leísteis el artículo aquel del NEJM que linqué, es un perfecto ejemplo de lo que quiero decir: no había forma de anticipar que el chaval que entró a urgencias con un dolor de cabeza realmente tenía una hemorragia cerebral: una simple cefalea no justifica chutarle toda la radiación que supone hacer un escáner. Sin embargo, hay otros muchos casos en los cuales el médico sí se tenía que haber mosqueado, y haberse preguntado qué estaba pasando. Y, si no lo hizo y luego algo salió mal, no fue por un error médico, algo fortuito e imprevisible, sino por una mala praxis del galeno.
Mira: al final, yéndome por las ramas, han salido dos temas por el precio de uno. Estamos que lo regalamos, señores.
Para terminar, como bonus track, os cuento una historieta que ilustra esto. Un chaval de 22 años va conduciendo su moto por la carretera y, a la salida de una curva, choca contra un coche conducido por una madre en el octavo mes de gestación. Se avisa a los servicios de urgencia que, cuando llegan, ven a la mujer visiblemente agitada, con magulladuras y arañazos, aunque orientada y hemodinámicamente estable. Por otra parte, el chaval, cuyo casco se ha roto por el impacto, está inconsciente (con un Glasgow de 8), así que se se decide evacuarlo en primer lugar.
Cuando llega al Servicio de Urgencias, su estado se ha deteriorado: la presión arterial está bajando, la frecuencia cardíaca aumenta, y requiere ventilación mecánica. Se le hace un escáner cerebral de urgencia, donde se evidencia un hematoma subdural, así que se decide intervenir para hacer una cirugía descompresiva. O sea: había una bolsa de sangre en el cráneo que le estaba comprimiendo el cerebro, y había que abrirlo para drenarla. Durante la cirugía, el estado del chaval se deteriora rápidamente: se taquicardiza, se hipotensa, no responde a la reposición de volumen, entra en parada y muere.
¿Sabéis cuál fue el resultado de la autopsia? Hemorragia interna por rotura de bazo. ¿Sabéis cómo se podría haber evitado? Con un simple escáner abdominal. ¿Había razones para pensar que pudiera tener algo así? Por supuesto: recordemos que a la entrada en Urgencias, sus constantes nos estaban dando señales de alerta. Nah, esto es normal. Además de que, en todo politraumatizado, una de las cosas a buscar son hemorragias internas. Este ejemplo no es un «error». Este ejemplo es una mala praxis como una casa.
Vaya vaya, cuántas cosas…
por la parte de los MAPs, hemos tenido un profesor de anatomía que precisamente se dedica (además de las clases) a enseñar esa especialidad, y nos lo expuso desde ese punto de vista pero sí que nos ha comentado algunas cosas, como lo de los MIR que empiezan a cogerlo (4 mil y pico… todos suspensos xD)
Lo del chaval en moto es una gran putada, hay que estar al loro de todo, vaya tela.
Indio
12 Jun 08 at 23:15
La verdad es que es un tema delicadito, porque no es como el que está en una oficina y se equivoca al hacer un presupuesto, sino que los errores pueden costar vidas…supongo que es necesario no pensar continuamente en esto para poder vivir y hacer su trabajo, pero de vez en cuando no está mal recordárselo a uno mismo, y poner los pies en el suelo…
Gracias por el artículo ! 🙂
P.D.- ¿puedo preguntar qué tipo de especialista de la medicina eres, EC-JPR?
Beatriz
13 Jun 08 at 08:56
@Indio:
Hombre, claro, es que si el profesor se va a poner a hablar mal de lo que es su trabajo… mal plan. Y repito: no todos los médicos son así, ni mucho menos. Pero, por las características de su trabajo, es mucho más probable que les ocurran pajas de ese tipo.
@Beatriz:
Toda la razón. A veces, la gente se queja de que a los médicos se les tiene sobrevalorados. Ya. Pero hay pocas profesiones (vg. pilotos) de cuyas decisiones dependa directamente una vida humana. Y, obviamente, no puedes estar martirizándote todo el día con eso… pero debes tenerlo en cuenta.
Por eso mismo, un médico no puede ser mediocre; si no está seguro de lo que hace, si no tiene conocimiento, tiene dos alternativas: o estudiar más, o dedicarse a otra cosa, que hay muchas especialidades por ahí.
P.S.: En efecto, puedes preguntar: dicen que no hay preguntas indiscretas, sino respuestas indiscretas 🙂 Y, si quiero seguir hablando en este blog con tranquilidad, no me conviene dar muchas pistas sobre mi identidad. Espero que no te importe.
EC-JPR
13 Jun 08 at 10:37
No hay problema 🙂
Beatriz
13 Jun 08 at 11:46
Entrada editada porque G-LXPF se ha ido de la lengua 🙂
EC-JPR no puedo salir de mi asombro, acabo de ver una foto de un gato enfrente de un pantalla de TV viendo a una gata…
En fin, tú ya me entiendes. No hace falta que te diga que no he leído tu entrada sobre la MAP, por dos motivos:
1). Paso de los médicos.
2). Acabo de tener un extenso examen de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social (de 9 a 13:30), así como puedes comprender no tengo el cuerpo para leer tostones. Es probable que con el primer párrafo caiga en un sueño tan profundo que me puedan cambiar de sexo sin darme cuenta…
Un abrazo.
G-LXPF
P.D. Creo que volveré a casa el 30. No lo sé seguro todavía; de todas formas, no estaría de más que fueses preparando la Cessna. Estaría bien para el día 2, fecha ilustre en la historia de la humanidad (lo mejor de esa fecha es que hay incautos que todavía no saben lo que paso ese día y creen que es un día normal… Que esperen unos años y ya veran…). Pero vamos, yo, al igual que Lucia Lapiedra, estoy abierto a cualquier fecha.
Anonymous
13 Jun 08 at 13:41
G-LXPF, tienes un email 🙂
EC-JPR
13 Jun 08 at 13:56
¿Qué ocurriría si se pusiera una nota de corte para acceder a MAP? Es decir,que sólo se pueda coger a partir de tal número, aunque haya plazas sin cubrir.
¿Qué pasaría si al final de la residencia se hiciera un examen tipo selectividad para ver quién tiene licencia para diagnosticar?
MAP es una especialidad muy delicada, bastante bonita porque se tiene mucho trato y muy continuo con los pacientes, se ve de todo y hay que pensar con rapidez y agilidad.Sin embargo, no tiene el prestigio que se le da a otras especialidades…entre mis compañeros se suele pensar que quien coge MAP es porque sacó un número muy bajito en el MIR y no tenía donde meterse…pff..
En cuanto a los errores y las negligencias, mi profe de Trauma no paraba de repetirnos que hay que tener las espaldas anchas para cargar con nuestros errores, que los tendremos, pero que nunca debemos dejar de estudiar y aprender, porque las negligencias son imperdonables.
Sophie
13 Jun 08 at 23:19
Si se pusiera una nota de corte para acceder a MAP la mitad de los médicos que opositan se quedarían sin plaza, y de nuevo tendriamos el sistema sobresaturado de médicos sin especialidad, porqe se irían acumulando.
Y poner una selectividad no sé hasta qué punto es justo o no, después de 6 años aprobando, aunque sea a duras penas, poner otro examen más…
Yo creo que la solución radica en la formación continuada de los MAP una vez cogida su especialidad. El long life learning vaya. Es uno de los objetivos del famoso «plan Bolonia», y ademas una de las conclusiones del European Core Curriculum, desarrollado por IFMSA y EMSA hace unos años. A quien lo interese que lo diga, y se lo paso a EC-JPR para que lo cuelgue o lo enlace.
un saludo.
Ricardo
15 Jun 08 at 08:46
ehm… Ricardo: no estarás metido en IMFSA?o EMSA?
No si, al final, todos pecamos de lo mismo.
Mariate
15 Jun 08 at 13:19
@Sophie:
Pues ocurriría que, como ha dicho Ricardo, no entraría ni Perry. Personalmente creo que la clave estaría en hacer de Familia una especialidad más atractiva. Y ello pasa, entre otras cosas, por unas mejores condiciones laborales. Además (idea que se me acaba de ocurrir), si se limitase el número de pacientes que acceden, posiblemente deviniese una especialidad más interesante: si la gente tuviese que pagar «X» céntimos por cada consulta, seguramente muchos que van sólo para hablar con el médico dejarían de visitarle. No sé, se me acaba de pasar por la cabeza.
En cualquier caso, está claro que no tiene el prestigio que por sus cualidades (y responsabilidad) le corresponden.
Y respecto a lo de tu profe de trauma, a eso es exactamente a lo que me refería 🙂
@Ricardo:
Sé que es un tema que en IFMSA, como en el CEEM, e incluso en la OMC, levanta ampollas (en Diario Médico han salido bastantes artículos al respecto). Pero personalmente creo que la mejor forma de tener un (complete con lo que quiera) de calidad es que haya variedad donde elegir; la única forma de asegurarse de que los médicos elegidos son buenos es que haya treinta candidatos para diez plazas (por poner).
Pero, atención, esto no significa que dejemos de enseñar a diez buenos médicos para formar a treinta malos (léase universidades privadas).
En cuanto al examen-reválida, hombre… Mira que me jode poner a los EE.UU. como ejemplo, pero ¿no es el USMLE algo así? De todas formas, estoy de acuerdo contigo en que un médico tiene que estudiar y actualizarse constantemente. Y es que somos unos frikazos 😛
Me encantan estos debates 🙂
EC-JPR
15 Jun 08 at 14:44
A mi también… ¡Cuándo acaban! ¿Qué quieren decir todas esas siglas que ha puesto Mariete?
Don EC-JPR, ¿es posible que actualice en breve con algún tema que no sea referente a algo tan «entretenido» como los Médicos de Atención Primaria?
Y no le duelan prendas en reconocer cosas a los EEUU… Pronto lo tendresmo que hacer con los chinos, así que no sé qué es peor…
Un abrazo.
G-LXPF
G-LXPF
15 Jun 08 at 19:50
@G-LXPF:
Acabo de poner una entrada que a buen seguro Vd. preferirá, por tema y extensión.
Respecto a las siglas, si no me falla la memoria son: International Federation of Medical Students’ Associations y European Medical Students’ Association. Y, ya que estamos, sigo traduciendo: las que yo puse son Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, Organización Médica Colegial y United States Medical Licensing Examination.
EC-JPR
15 Jun 08 at 20:24
Ou, se podría ceder en lo de la revalida, pero en lo de formar más médicos no, y si, siempre peco de lo mismo.
Medicina no es una carrera con tantas salidas como otras como para que el estado se pueda permitir formar y regalar. Vamos, digo yo. Me parece un poco estúpido.
Ahora, que el estado decida que se hacen muchas privadas que te financien más universidaddes públicas para tú poder seguir formando y explotando…pues no se si me parece un buen camino.
Por fortuna o por desgracia, la nuestra es una carrera totalmente vocacional, y juegan con eso a la hora de manejarnos. Una vez que tienes un paciente delante tuya en Urgencias, no le vas a decir que se vaya, ¿no?
Ricardo
19 Jun 08 at 23:42
Tienes toda la razón en cuanto a lo de las salidas de la carrera: un médico, o se dedica a matar gente o, como mucho al humor. Con lo cual, has invalidado mi argumento de «hay que hacer más médicos para mejorar la calidad», pues está claro que no se puede hacer que 6=0 ([ironic]¿o sí?[/ironic]). Pero en ese caso, creo que habría que atacar por otro flanco: aumentar los números clausus, e incrementar exponencialmente la exigencia de la carrera. Es decir, no seleccionar «en destino», sino «en origen»: hacer un cribado exhaustivo durante la carrera.
Aunque, ahora que lo pienso, en cierto sentido es lo que ya se hace actualmente, siendo la nota de corte superior al ocho en casi todos los casos (excepto, desgraciadamente, en las dos únicas privadas de España: el CEU y la de Navarra). Así que, en resumen, ¿por qué no dejar las cosas como hasta ahora? Mira, creo que me has hecho reconsiderar mi punto de vista 🙂
Y, en efecto, juegan con que nuestra carrera es vocacional… de momento. «De momento» un residente se chupa todas las guardias y más, porque le gusta. «De momento» un médico se mete en marrones por proteger al paciente. Pero cuando los pacientes empiecen a dar por culo (abogados, sentíos aludidos) y la Administración no respalde a los facultativos, entonces nosotros nos aprenderemos también nuestros derechos, no nos saldremos de la línea, y se jodió la barraca.
Perdonad el tostón, pero es que con estos temas me hierve la sangre.
EC-JPR
21 Jun 08 at 21:41
A mi también me hierve…
Aunque la nota de acceso sea tan alta, mi opinión es que no sirve de naqda mientras haya colegios privados, o institutos que te suban las notas. Quién no conoce a un crack que le caía mal a los profesores y le bajaron las notas. O al contrario, el hijo del profe que era un deficiente pero tenía todo con unas notas del carajo…
Yo esa criba, la pondría por cada facultad, haciendo el examen de ingreso en todas y cada una.
Y…Ya se nos están inflando los cojones a los médicos, empezamos a hacer las cosas «protocolarias», y a joderla, porque la medicina no son matemáticas. Cada paciente es un mundo, y no uin mueble de ikea al cual aplicar unas simples reglas, aunque funcionen en muchos de ellos, en otros faltan o sobran siempre algunos tornillos….en fin, hata que no consiga llegar a ministro de sanidad, las cosas seguirán asi…
Ricardo
22 Jun 08 at 12:05
Cierto es, y por eso existe la Selectividad (o el MIR, más adelante), para homogeneizar las notas y amortiguar las variaciones inter-facultades/institutos. Que reconozco que jugárselo todo a 250 preguntas no es la mejor forma… pero sí la menos mala, hoy por hoy. Lo que creo que no arreglaría nada es hacer exámenes de ingreso dependientes de cada Facultad: ¡sería como darle al zorro las llaves del gallinero!
Ah, y cuando llegues a Ministro, no te olvides de repartir alguna Secretaría o algún puesto así 😛
EC-JPR
22 Jun 08 at 14:33
Vale, sé que llego un poco (¿¡Un poco!?) tarde al tema. Sólo quería matizar una cosa: no discuto que haya algunos que subestimen/pasen por alto potenciales riesgos. Pero también es cierto que cuando no lo hacen, el que está en la puerta en el hospital, e incluso el «compañero más experto» de guardia, hacen comentarios del estilo a «vaya con el «negao» este del SUAP, qué gilipollez me manda»…
Es para decirles algo así como «a ver si tú, que nada más ves a alguien te pones hacerle una analítica, una TC o si te sale de los huevos y tienes los medios suficientes, una tractografía cerebral por RNM, tienes los cojones de mandar a casa a alguien cuyo diagnóstico clínico, que has podido hacer en tres minutos, no tienes claro».
Emtochka (una estudiante)
22 Ago 09 at 13:10
Y que se me haya pasado por alto esta entrada… Gracias Emtochka por desempolvarla 😀
Jefe, ya ni te acordarás (pero para eso están ahí arriba los comentarios, ¿no? :D) pero allá voy: en mi opinión, hasta el momento no existe en ningún país [y me he estudiado los sistemas educativos de todos y cada uno de ellos. Bueno, vale, sé un poco cómo funciona en España y EEUU xD) la manera idónea de mejorar la calidad asistencial. Aumentar los números clausus me parece una idea bastante descabellada y los argumentos me parecen bastante obvios. Sin embargo, por más que se me ocurran otras posibles soluciones, todas se me antojan inasequibles o injustas en gran medida. Por ende, el sistema actual también me parece injusto. En ralación al último comentario de Ricardo, decir que los amiguismos no sólo ocurren en institutos/colegios privados. A más de un compañero de clase (proviniendo de un IES) se le ha escapado: “como mis profesores sabían que quería hacer Medicina, me subieron “un poco” las notas…».
Y bueno, que tengo sueño. Ya marearé la perdiz por aquí en otro momento 😀
Trisa
23 Ago 09 at 17:15
La ventaja de WordPress (y de la columna de comentarios de la derecha) es que no importa cuán antiguo sea el hilo, ¡siempre te enteras de los comentarios! 😀
@Emtochka:
¡Muy buenas, Emtochka! Nunca es tarde si la dicha es buena, y siempre me alegro de tener visitas en casa (¡y más si son del oficio!). Tienes razón en lo que dices, y sería largo para discutirlo: ni todos los médicos son como los que yo he retratado, ni los seis minutos por paciente se prestan a grandes filigranas. Pero no deja de parecerme tristemente frecuente el médico «porsia» del que hablaba, el que dice «puede ser» y no «es».
@Trisa:
Si es que… mira que hay entradas pa’ leer, pero aquí nada, si no huele a nuevo, no le hacemos caso 😛 Respecto al aumento de los números clausus, no sé: hay mucha gente que se lleva las manos a la cabeza, pero a mí no me parece tanta aberración, como le dije a Ricardo en su día. ¿Podrías pues exponer, resumidamente, esos argumentos tan obvios? 😳
En cuanto a los amiguismos, todos tenemos la sensación de que ocurren sólo en lo privado… hasta que sabes que la plaza de tal y cual catedrático de la pública estaban concedidas antes del examen :S
EC-JPR
28 Ago 09 at 00:29
Por descontado. Allá voy:
En la mayoría de las universidades, las aulas ya están masificadas (sobretodo o, mejor dicho, en los primeros cursos) como para que encima aumentaran el número de plazas [ojo, hablo de Medicina. Ya sé que en muchas carreras las clases están casi vacías y que no en todas las facultades de Medicina ocurre esto]. Si las aulas están a rebosar, perjudica a la docencia directamente (a no ser que volvamos a las clases magistrales, claro), pero sobretodo afectaría a las clases prácticas, y ya no hablo siquiera de las prácticas hospitalarias, que es otro cantar. Habría que aumentar la inversión en la enseñanza universitaria (cosa que veo poco probable que sucediese): contratar más profesores, habilatar las aulas, comprar más materiales… Sería como tirar parte del dinero público a la basura, porque si «inviertes» ese despliegue en los primeros cursos (o primer curso, me da igual), para hacer un sesgo en los posteriores, una porción de lo invertido se ha perdido. Y como todos sabemos, Medicina es una de las carreras más caras como para el gobierno de turno esté tirando el dinero, sin hablar de los médicos que se largan cada año al extranjero… Ya sé que en otros países existe un sistema parecido, como en Francia, pero conocidos en el país galo me comentan cómo el primer año de carrera llegó a ser uno de los peores de su vida por la salvajada de la competición, tanto para los que pudieron acabar estudiando Medicina, como para los que se quedaron en el camino, a los que ni siquiera les quedaba una pizca de ánimo para volver a intentarlo.
Como te dije, con esta crítica no es que defienda el sistema actual, ya que en mi opinión, no hay ninguno 100% justo ni eficaz. Podría echar m***** para rato del vigente…
Trisa
28 Ago 09 at 14:30
Vale, disculpen las comas y las salvajadas gramaticales que he soltado. Mi neurona sigue de vacaciones…
Trisa
28 Ago 09 at 14:32
Mira, nunca había oído el argumento del dinero perdido en formación, pero me ha gustado. No obstante, me mantengo en lo mío: la clave de la selección se basa en tener una población donde hacerla. Si hay muchos, me puedo quedar con los buenos, mientras que si hay cuatro, todos siguen adelante. Entonces, la pregunta es la misma: ¿dónde ponemos la criba? ¿En la Selectividad, en el primer año como en Francia, en el MIR como hace veinte años? Difícil solución tiene el problema…
EC-JPR
3 Sep 09 at 02:03
La sangría económica se puede paliar en parte si se modifica el sistema de pago de matrícula. Si la segunda vez que se matricula un alumno de una asignatura, se la pones a lo que cuesta en realidad (actualmente, dependiendo de carreras, lo pagado por el alumno no llega ni a 1/3 del coste real), y la tercera vez al doble, probablemente tendríamos más aplicación a la hora de estudiar. Y si la gente quiere tirar el dinero, pues mejor, dinero que reingresa a las arcas. Es sólo una reflexión a desarrollar, pero entre mis colegas de facul se ve bien, vista la caterva de mandrias que tenemos, repitiendo asignaturas tres, cuatro años, y encima es que ni se presentan a los exámenes.
Zamuro Z
3 Sep 09 at 10:09
Don Zamuro, tampoco es plan de ir poniendo esas matrículas que usted dice, que alguno hemos sido estudiantes de esos de aprovechar todas las convocatorias posibles…
G-LXPF
3 Sep 09 at 10:34
Vaaaale, ya lo sé, pero seguro que si te hubieran apretado económicamente un poco más, en vez de aquella juerguecilla a dos días del examen con los amigotes, hubieras estudiado un poco más y no hubieras tenido que ir a la siguiente convocatoria. No mientas malandrín 😀
Zamuro Z
3 Sep 09 at 11:45
Hacer una criba en Selectividad me parece una pachanga, porque después llegan a la Facultad y hacen como los de primero de este año. Tan pagados de sí mismos, tan sobrados por haber subido la nota de corte una décima respecto a mi curso a pesar del aumento de plazas, y ha habido unos veinte (de ciento cincuenta) que han quedado con menos de dos suspensas en junio.
Ah, y yo no me imaginaba la cantidad de gente que entra en Medicina por tener nota alta, aunque no les guste especialmente: «Es que yo quería estudiar Física, pero como he sacado un nueve no quería desperdiciar mi nota». Pffff.
Emtochka
3 Sep 09 at 12:36
@Zamuro Z:
Estoy de acuerdo: quizás una forma de incentivar al estudiante sería tener al de administración echándole el aliento en la nuca… Aunque eso no eliminaría el problema (ahí están las universidades privadas), sí que lo reduciría bastante.
@G-LXPF:
Cosa que uno se puede permitir cuando es familiar del ejemrectorejem.
@Emtochka:
Para eso está el Mundo Real™, para poner a cada uno en su sitio (mwahahaha…). Me recuerda a la hija de unos amigos a la que, antes de entrar a Medicina, yo le tranquilicé diciéndole que la podía sacar cualquiera que estudiase. Y en 1º se ha ido a septiembre con varias…
En cuanto a la numeritis, al final se acabarán quemando: la Medicina es preciosa para los frikis como nosotros, pero si no te gusta, te puedes amargar la vida antes del tercer año.
EC-JPR
7 Sep 09 at 00:59
Vaya. Me apalanco a revisar un poco más de tu histórico al volver de una conferencia de Barbara Starfield y llego a esta entrada XD
¿Qué opinas de todos estos estudios donde parece ser que los países con una atención primaria furte (entra aquí política sanitaria, económica y ese prestigio del que hablábais) tienen una población más sana por menos dinero que los países que centran la pollítica sanitaria en tener un mayor número de especialistas? Yo no puedo decir mucho porque hablo desde fuera y con un punto fan de esta mujer, me encanta la sencillez de su exposición y me dejo convencer porque me parece más atractiva la salud centrada en el paciente y no een la enfermedad.
(Momento spam: ON) No pongo enlaces porque esta mañana publiqué un post sobre el tema con links a mansalva 😉
Okok
19 Nov 09 at 23:13
No pienses que me había olvidado de tu comentario: aunque ande apurado de tiempo, intento responderlos todos 🙂
Estoy absolutamente de acuerdo con la conclusión de esos estudios. De hecho, la Atención Primaria es la base del sistema sanitario de un país: un primer contacto con un buen clínico puede ahorrar mucho tiempo y sufrimiento al paciente, y puede evitar grandes costes al sistema sanitario. El dinero no se va porque la gente acuda mucho al médico de cabecera: se va porque se indican pruebas que no hacen falta y se pautan tratamientos innecesarios: trescientos euros el escáner, cuatrocientos-quinientos la resonancia por un dolor de rodilla, otro tanto anual por un paciente con un hipolipemiante ligeramente mejor (atorvastatina en vez de simvastatina), etcétera. Y en este mismo blog hay múltiples comentarios que ilustran cómo las cagadas de un médico de cabecera han estado a punto de causar algo gordo.
¿Qué quiero decir con esto? Que, sin haber leído la opinión de Starfield (falta de tiempo 😳 ), yo también creo que un sistema sanitario sólido necesita más generalistas y enfermeras en primera línea de batalla, más internistas en urgencias que pudiesen dar un primer enfoque a las patologías serias, y menos especialistas (especialistas en pruebas caras, especialistas en enfermedades raras). O sea: necesitamos médicos de familia, y necesitamos que sean buenos.
Pero ahora nos vamos al otro lado, donde un médico que ha estudiado diez años (aunque cuatro fuesen de prácticas) dedica, a ojo de buen cubero, un 70% de su jornada laboral a ver patologías banales que podría despachar un estudiante: dolores de garganta, de rodilla, de espalda, de hombro. Por no hablar de las urgencias, con «tos pertinaz» y «dolor de tobillo» como motivos de consulta a las tantas de la mañana. Y claro, a un paciente hay que verlo una vez que se presenta en la consulta porque confiamos en su criterio a la hora de discriminar lo serio de lo banal, criterio que falla en muchas ocasiones. Siguiendo con los porcentajes, el MAP dedica otro 20-25% a patologías de gran prevalencia: hipertensión, dislipemias, infecciones urinarias. Y el 5% restante (un par de consultas al día) son pacientes que pueden suponer un cierto reto intelectual… y que son derivados al especialista a la menor, porque el MAP no tiene los medios, el conocimiento o las ganas de complicarse la vida para resolver ese problema.
¿Cuál es la solución? No la sé: si la tuviese, posiblemente ahora estaría charlando con Trinidad Jiménez. ¿Aumentar el número de médicos, como antaño, para que sólo los mejores pudieran obtener una plaza? ¿Mejorar las condiciones laborales de los médicos de cabecera? ¿Instalar una etapa de cribado previa (con paramédicos, enfermeras) que despachasen todos esos pacientes leves? De hecho esto último parece ser el camino que está tomando la atención primaria, con el seguimiento de crónicos por parte de enfermería. Sinceramente, no lo sé. El hecho es que nuestro sistema depende de la Atención Primaria, y en los últimos años están acabando allí los menos formados, lo cual se traduce en más derivaciones al especialista, mayores demoras, mayores costes. Y lo peor es cuando todo esto empieza a repercutir en una peor atención al paciente. Afortunadamente, yo aún no lo he visto. Pero es probable que acabe así.
Joder, qué coñazo he soltado… eso te pasa por tirarme de la lengua 🙂 Y felicidades si has llegado leyendo hasta aquí.
EC-JPR
22 Nov 09 at 01:28
Aunque parezca mentira, me lo he leído entero 😀
Sí, es verdad que hay desmotivación en parte de la atención primaria, pero la realidad que yo conozco es sesgada: en Catalunya hay grupos de MAP muy cañeros y parece que se respira esa concienciación de base fundamental del sistema sanitario. Justamente la semana pasada se presentó una nueva iniciativa, el Fórum Catalán de Atención Primaria.
En fin, espero que se encuentre la manera de tener un cuerpo de MAPs motivados y convencidos de su papel en la sociedad!
Okok
23 Nov 09 at 22:34
Gracias, gracias por leerte mis desbarres 🙂 Y, afortunadamente, en todas partes hay gente que se moja y le gusta su trabajo: ¡crucemos los dedos para sean ellos los que nos son asignados como médicos!
EC-JPR
1 Dic 09 at 23:55
Yo tengo una duda existencial sobre los médicos de cabecera (aunque en el caso de la mía, de repente entiendo lo «buena» y rebordenca que es. Su frase favorita es: «Es normal.» Creo que es de las que tuvo una mala nota en el MIR, no esta en familia por vocación, desde luego.) y es cual es hasta que punto pueden decir no a mandarte una prueba o darte un volante para un especialista. No hablo de que alguien lea algo en internet y se le apetezca un escaner cerebral o una resonancia, si no de un dolor crónico y una radiografía y o una amenorrea y una cita con el ginecólogo. ¿Pueden negarse en plan «por mis santos cojones que no te lo mando»?
Vas a tener que soportar mis dudas, la medicina es mi vocación perdida (era un desastre en matemáticas y ni me lo planteé, aunque me encanta), así que tienes una fiel lectora más 🙂
alibud
5 Dic 10 at 07:37
@alibud:
Disculpa que haya tardado tanto a responderte 😳
Sí, el médico puede negarse, pero no va a ser «por mis santos cojones» (con las deshonrosas excepciones que hay en toda profesión) sino «por la evidencia disponible». En cuanto a su «es normal», un profesor en la carrera nos recordó que esas son las palabras más difíciles para un médico. Lo fácil es llamar al especialista, derivar, pedir una prueba. Pero para decir «aquí no pasa nada», hay que estar muy seguro de lo que hacemos, porque nos la jugamos. Ten en cuenta que los médicos tenemos una responsabilidad penal sobre todos nuestros actos.
Así pues, una prueba complementaria se pide cuando su resultado va a tener una repercusión en el tratamiento del paciente: si yo voy a hacer lo mismo independientemente de los hallazgos (y suponiendo que encuentre algo, porque cada técnica tiene sus aplicaciones), ¡es inútil marear al paciente!
Espero haberte aclarado algo 🙂
EC-JPR
17 Dic 10 at 01:15
Pues si, algo me has aclarado. Tiene sentido no hacer una radiografía si el tratamiento va a ser un antinflamatorio de las dos maneras. No se me había ocurrido *facepalm*
Es que mi médica de cabecera era… muy suya. Y en una de esas de mandar o no mandar al especialista, la cagó, hablando en plata. No resultó ser grave, pero vamos, dejé de fiarme de ella hasta el punto de cambiar de médico. En tiempos lejanos, la pediatra me mandó a casa con catarro y tres horas después estaba entrando en el hospital infantil con neumonía e hiperglucemia por estrés. Supongo que simplemente habré tenido mala suerte.
Son la puerta al sistema de sanidad, pero me parece que se han pasado blindándola. Mejor hacer tres pruebas o dar tres citas por precaución que joderle la vida a alguien por ser demasiado rígido, no sé…
alibud
19 Dic 10 at 11:17