Selección natural y economía sanitaria
Aviso a navegantes: aquellos que terminéis de leer el texto posiblemente me comparéis con el Dr. Mengele. En ese caso, prometo que no aplicaré la ley de Godwin pero, por favor, dad argumentos. O, mejor, intentad refutar los míos, que será más útil para todos.
Introducción
Estoy disfrutando ahora de «Brave New World Revisited» (Nueva visita a Un Mundo Feliz), una serie de artículos escritos por Aldous Huxley, remedando un epílogo a su novela «Un mundo feliz». Abro un paréntesis para recomendaros que leáis los dos, si aún no lo habéis hecho. Respecto a la novela principal, no me voy a alargar exponiendo mi opinión: sólo diré que, a pesar de estar escrita allá por 1931, creo que proporciona una visión no demasiado descabellada de un futuro bastante próximo.
El caso es que, como decía, estoy leyendo «Brave New World Revisited». Comparto muchas de las cosas que dice Huxley, y eso que justo he terminado el primer capítulo; ya por 1958 era un visionario del desarrollo sostenible hablando sobre la superpoblación. No en vano, las protagonistas de la novela (recordemos: 1931) llevaban sus anticonceptivos en unos elegantes «cinturones maltusianos» (hijos de la LOGSE aunque intelectualmente inquietos: clicad aquí).
Acabo de terminar el primer capítulo. Llego al segundo: «Cantidad, calidad, moralidad». Y me encuentro con esta perla:
Hoy, gracias a la sanidad, la farmacología moderna y la conciencia social, la mayoría de los niños nacidos con defectos hereditarios alcanzan la madurez y multiplican a los de su clase.
Voy a tirarme flores: yo ya lo sabía. Desde el instituto intuía que la labor evolutiva de eliminar a los sujetos menos capacitados, antaño encomendada a la selección natural, es algo que nosotros venimos suprimiendo de un tiempo a esta parte. Hacemos todos los esfuerzos por permitir la supervivencia de los individuos con fallos y, lo que es más grave, aquellos con taras genéticas y, por tanto, transmisibles.
Coste sanitario
Sin embargo, no es sólo esto lo que me ha movido a escribir esta entrada. Ayer mismo le oí decir a un hematólogo que «el tratamiento de un hemofílico cuesta en torno a quince millones de pesetas anuales». Por muy hematólogo que fuese, la cifra se me hizo desorbitada; sin embargo, bastó una mirada al Medimecum y un par de cuentas para darme cuenta de que así era. Estamos hablando, grosso modo, de entre ocho y veinte millones de pesetas por año y persona (50-120.000 €), en función de la edad y la gravedad de la enfermedad, y suponiendo que jamás tenga una complicación (nada de hemorragias, nada de artrosis).
Pero no es necesario hablar de enfermedades tan raras, ni de cifras tan astronómicas. Pongamos un varón de 67 años que tiene un infarto en su casa, llama a la ambulancia y lo llevan al hospital. Le tratan, no tiene ninguna complicación, y se va de alta lo antes posible. Voy a hacer unas cuentas chapuceras, con datos reales: 300 € de la ambulancia. 4.000 € de la angioplastia para reabrirle el vaso, y 2.500 € del stent que le implantan para mantenerla abierta. Un día en la Unidad Coronaria y cinco más en planta suman 2.900 €. Las visitas médicas, analíticas y exploraciones son algo muy variable, pero pongamos unos 1.000 € más. La medicación que ha tomado en el hospital se la regalamos (aunque el primer día puede consumir unos 400 € en medicamentos, y el primer año de tratamiento son unos 930 €). Cuando este hombre vuelva a su hogar una semana más tarde, casi completamente repuesto, habrá gastado más de 1.750.000 pesetas (10.700 €).
¿Qué quiero decir con esto? Que no hace falta irse a enfermedades rarísimas como la hemofilia para que la cuenta de gasto sanitario suba como la espuma. Y tomemos ahora una instantánea de la situación. Todos nosotros hemos tenido la suerte de nacer en un país y en un momento donde la sanidad es pública y socialista: se le da lo que necesita a quien lo necesita cuando lo necesita. Si existe tratamiento, se aplica; sin escatimar. El derecho a la atención sanitaria es algo inalienable. Creo que todos estamos de acuerdo en esto, ¿no?
Sin embargo, la sanidad tiene un coste. ¿Quién lo hubiera dicho, verdad? Y, lo que es más grave, este coste es cada vez mayor. Da igual lo que se haga por intentar reducirlo, porque siempre aparecerán tratamientos mejores, más avanzados y más caros: la paradoja de Maxwell, creo que lo llaman. Quizá hable sobre esto otro día.
Y, por si fuera poco, el hecho de que los recursos están limitados implica que el acceso a los mismos es competitivo. No se puede tratar siempre, con todo, a todos los pacientes, sino que hay que seleccionar: cuando vas en una ambulancia y llegas a una catástrofe, el criterio de atención es «a lo que se mueva» (sí, tal cual). Por eso, optimizar el uso de recursos no es algo mercantilista. Es una cuestión de justicia social. El dinero se acaba, y tratar a un paciente supone no hacerlo con otro. Con la diferencia de que, si en uno empleo demasiados recursos, serán muchos los que se verán privados de ayuda. Tratar a un único hemofílico supone dejar morir a veinticinco personas en lo alto de un monte de donde sólo un helicóptero puede sacarlos, o que fallezcan otros tantos pacientes con una simple apendicitis.
Feedback positivo: más gasto implica más gasto
Muy bien: ya hemos fijado los puntos de partida. Ahora lanzo la bomba. Está claro que la sanidad es cara, y no hace falta ser economista para darse cuenta de que el modelo actual es insostenible. En ese contexto, ¿cómo se concibe dar un tratamiento, que además sólo es paliativo, para una enfermedad hereditaria y, por lo tanto, perpetuable?
Como decía al principio, antaño un hemofílico hubiera tenido muchas cartas para morirse joven: eso es lo que permitía que la enfermedad tuviese una prevalencia mínima, con muy pocos casos en la población. Selección natural, y esas cosas. No obstante, ahora tenemos los medios para pasarnos a Darwin por el forro y conseguir que sobrevivan. Y cuantos más enfermos sobreviven, más enfermos hay en la población.
En este punto es cuando teméis lo que voy a decir y me llamáis doctor Mengele. Pero antes dejadme continuar. El problema no es que haya más enfermos, sino que estos enfermos «crean» más enfermos, multiplicando los costes: cuanto más gasto en ellos, más tendré que desembolsar. Volviendo a los ejemplos que he puesto antes, no hay ningún problema en rescatar a un herido con un helicóptero, o en hacer una apendicectomía, o en tratar a un infartado, pues el tratamiento es curativo, basta con una intervención puntal. Por el contrario, el hemofílico necesitará un tratamiento vitalicio y, además, transmitirá su tara a su descendencia. El hecho de que el infartado o el apendicectomizado puedan vivir más años no hace que, a largo plazo, haya más infartos o apendicitis en la población. Pero si hablamos de enfermedades hereditarias, el aumento de la supervivencia provoca un aumento geométrico en la prevalencia (antes de que repliquéis: ya sé que estoy simplificando, pero es para no enrollarme).
¿Entonces?
Me preguntaréis: ¿y ahora qué hacemos? ¿Nos llevamos las manos a la cabeza y gritamos? ¿Votamos al PP para que privatice la sanidad?
No: es mucho más sencillo que eso. Apuesto chuletón contra hamburguesa a que algunos ya habéis visto la solución según iba hablando. El remedio se llama prevención sanitaria. Cada céntimo invertido con sensatez en prevención, es un céntimo que multiplica su valor, tanto en el sentido económico como de vidas salvadas y calidad de vida mejorada.
Así pues, prevenimos los infartos con campañas de fomento de la dieta saludable y, cuando ya ha ocurrido el infarto, prevenimos sus complicaciones con fármacos. Prevenimos las ETS con campañas de educación sexual. Prevenimos las complicaciones postoperatorias despertando al paciente en quirófano. Y miles de ejemplos más de medidas con una relación coste/beneficio muy satisfactoria.
Sin embargo, ¿cómo podemos prevenir una enfermedad genética? ¿Matando a todos los hemofílicos, para que no la transmitan, «muerto el perro, muerta la rabia»? Obviamente no: ¿qué falta tienen que expiar ellos con su vida? No, mala solución: una vez que están con nosotros, la sociedad tiene el deber moral de atenderlos. Pero repito: cuando ya están aquí. ¿Y si pudiésemos prevenir las enfermedades genéticas? Es decir: ¿y si pudiésemos evitar que apareciesen individuos con taras genéticas? Espera… ¡sí que podemos! ¡¡Selección embrionaria!!
Atención, no me malinterpretéis. No hablo de eugenesia, porque no estamos mejorando la especie humana: no se trata de hacer hijos más guapos, altos y rubios, sino de quitar las enfermedades y, en concreto, aquellas que suponen un especial gravamen para la comunidad. Es la misma diferencia que existe entre la eutanasia y la LET. ¿A que todos veis bien «dejar de curar», pero está mal «matar»? Pues esto es parecido: no consiste en «mejorar», sino en «quitar lo malo».
En fin, después de semejante tocho espero, como dice la canción, haber desordenado vuestra conciencia. Porque, lo mismo que todo el mundo entiende que las campañas de prevención sanitaria son un bien social e individual, también deberíamos entender que lo que propongo es una solución factible a un problema real. No obstante, no es la única: hay otra, pero es más de «ciencia ficción» (lo cual significa: «lo veremos antes de 20 años»). ¿Alguien adivina cuál? Un gallifante al que lo haga.
Han hablado sobre esta entrada…
Rinzewind en «Las penas del agente Smith»
Menéame
Libro de Notas
Caminando hacia la nada
joé, con esta entrada te llevas el premio.
No se si me llevo el gallifante si digo que la solución sería la terapia génica, pero mis libros no hacen más que decirme que esa es la solución.
Estos dias, estudiando pediatría, te juro que me ha surgido muchas veces este problema «moral» de «mantener con vida» a los «fallos».
Pero joder, siempre me sale lo mismo, mantengámolos, que son vidas.
Decía un profesor de tu campus, que «toda vida es digna de ser vivida». Y creo que era la única frase con la que estaba de acuerdo.
Y la selección embrionaria….mu duro Arturo. Ya se hace para algunas enfermedades degenerativas y tal, pero para enfermedades como la hemofilia…tu folla, folla, y si te «toca» hemofílico abortas, total, es una lotería, ¿no?. No se, a mi no me termina de convencer del todo….me llaman pa cenar, luego sigo con esto que tiene jugo. Mientras tanto, espero críticas, que seguro que llegan. Un abrazo!
Ricardo
1 Jul 08 at 20:11
Y si, te has ganao lo de Dr. Mengele!
Ricardo
1 Jul 08 at 20:12
Lo que escribes lo relaciono con la noticia que salió hace poco acerca del primer niño nacido sano de padres enfermos de Huntington.
Lo que escribes me parece que está lejos de ser una «mengelada» pero camina sobra una línea muy difusa que todavía está por definir: haciendo la selección embrionaria, ¿cómo distinguimos qué es eliminar las taras de la especie y qué es mejorarla? ¿Dónde trazamos el límite?
Eliminar el Huntington: vale. Eliminar la hemofilia: vale. Eliminar el albinismo: algo dentro de mí empieza a tener sudores fríos. Síndrome de Down: más sudores, más fríos. Quizá sea porque a partir de cierto punto, el cuál no sé delimitar adecuadamente, empiezo a ver tipos distintos de personas y no personas con enfermedades. Sé que no has puesto estos ejemplos en tu artículo, pero creo que me valen para explicar lo que quiero (suponiendo que lo haya conseguido).
Todo lo anterior, dicho desde el punto de vista de alguien que ha llegado a la medicina de forma tangencial y mirándola muy de lejos, y en casos muy concretos (y posiblemente en la lista anterior haya cometido alguna cagada, agradeceré correcciones en ese caso). Hablo simplemente desde mi punto de vista ético personal.
RinzeWind
1 Jul 08 at 22:16
No nos lo has puesto fácil,chico, nada fácil.
Actualmente la naturaleza hace una primera selección de embriones, ya que muchos óvulos fecundados no llegan a anidar o se sufre un aborto porque no son viables para el embarazo; después tenemos las pruebas para comprobar que no haya alteraciones genéticas, con la posibilidad de abortar en tal caso. Lo que tú comentas me suena a establecer un tercer filtro, que se puede llevar a cabo mediante la terapia génica para corregir ese defecto genético o mediante la selección de embriones. Me parece hipócrita llamarte Dr Mengele por lo que has comentado y propuesto, porque la eugenesia sí se practica en la actualidad, sólo que de forma encubierta y con otros nombres para calmar conciencias y morales, ¿o acaso no es eugenesia abortar porque el feto padece síndrome de Down? ¿Es más moral el aborto terapéutico por malformidad o enfermedad con riesgo para la vida del feto, como se denomina y rodea de eufemismos, que la selección de embriones? Y ojo,que no defiendo ni una cosa ni otra, sino puntualizo antes de que alguien se crea libre de pecado para tirar la primera piedra…
Yo creo que toda vida merece la pena ser vivida y con calidad de vida, valga la rebuznancia, soy partidaria de la terapia génica, de reparar antes de que la enfermedad se manifieste.Me cuesta aceptar la selección embrionaria porque no me creo con autoridad moral para decidir qué embrión merece vivir y cuál morir
Sophie
1 Jul 08 at 22:18
Como ya se ha comentado hay muchos casos en los que se han evitado enfermedades hereditarias mediante selección embrionaria.
Con las técnicas de prevención del embarazo que todos conocemos puede evitarse fácilmente engendrar el bebe y hacerse legalmente mediante selección evitando la enfermedad hereditaria acabará haciendo desaparecer a la larga esas enfermedades.
Lo que no quita para seguir atendiendo a la gente que desgraciadamente nació enferma, la selección es un método para INTENTAR la prevención. Igualmente hay embarazos no deseados, cancer de pulmón sin haber fumado toda la vida y veo lógico y coherente tratarlos.
El problema básico que yo le veo es que actualmente puedo saber si el embrión seleccionado tiene o no Huntington, pero ignoro si está heredando una mayor predisposición al Cancer o a los problemas Cardiacos, por ejemplo.
Victor
1 Jul 08 at 23:22
Ya faltaba en aparecer por aquí…
Como me acabo de enterar de que te llamas Arturo…
Arturo, tengo varias cosas que criticar.
La primera, es que existen dos planteamientos que se mezclan todo el rato, lo que representan evolutivamente y lo que cuestan. Sobre lo que cuestan me da pena hablar, para mí SE PAGA y punto. Prefiero doblar mis impuestos para ayudar a esta gente antes que pagar para que vivan parásitos e hijos de parásitos con sangre azul…
La selección de embriones no la apoyo tampoco. He oido por ahí arriba las palabras TERAPIA GÉNICA. Te asombrarías lo que está cerca de llegar, lo que estamos llegando a comprender para curar a esta gente.
Lo importante para mi no es borrar los problemas del mapa, sino buscar soluciones.
sonicando.com
1 Jul 08 at 23:29
@Ricardo:
En efecto, te llevas el gallifante: es la terapia génica. Pongamos una persona con fibrosis quística (FQ). La causa más frecuente (~70%) es la mutación ∆F508: una deleción de tres pares de bases, la falta de UN único aminoácido en la cadena de una proteína. Semejante tontería matará a la mitad de quienes la tengan antes de los 32 años.
Y yo me pregunto: ¿y si pudiésemos meter esas tres basecillas de nada y arreglarlo? ¡Estaría curado! Es más, podemos incluso usar la maquinaria del VIH, que también integra su ADN en el de la célula. Haciendo eso, curaríamos una fibrosis quística prácticamente con la misma facilidad con que contagiamos un catarro. En efecto: la terapia génica es la solución.
Respecto a lo que dices del dilema moral, el otro día estuve comentando eso mismo con una compañera. El caso: un niño de 9 años que murió por una FQ. La duda: ¿hasta qué punto merece la pena que el chaval viva cinco, diez o quince años sin salir de un hospital? Pues, la verdad, ahí estoy contigo: toda vida es digna de ser vivida. Por eso dije que, desde un punto de vista más global, la sociedad tiene el deber moral de atenderles. Y por eso mismo intento poner el punto de corte lo más «río arriba» posible. Ahora bien, aquí ya entramos en el tema del aborto, que creo yo que es la madre del cordero…
@Rinzewind:
Pues con lo del Huntington me has pillado, porque no había oído nada (aunque bien es cierto que estos días estoy desconectado del mundo).
Y, respecto a lo de la línea difusa, tienes razón… o no. Te voy a poner un ejemplo, que es el que pongo siempre cuando sale a relucir el argumento de la pendiente deslizante, que es de lo que tú hablas ahora. Todos entendemos que un estudiante apruebe con un 5.0. Nos parece normal que el profesor apruebe con un 4.9, o con un 4.8. Incluso un 4.7. Y un 4.6 podría pasar… Pero, ¿acaso esto significa que un 3 está aprobado? ¡¡En absoluto!! Pues aquí es parecido. El que la línea sea difusa no significa que sea posible llegar a un «café para todos».
En cualquier caso, Rinzewind, se entiende perfectamente lo que quieres decir, y por eso creo que debo matizar mis palabras antes de que avance el debate. De entrada, yo hablé de enfermedades hereditarias, que no es lo mismo que genéticas (y nada que ver con las congénitas). A lo que yo me refiero es a enfermedades monogénicas*, que las tienen los padres, que se las van a pasar a los hijos, y que suponen un gravamen social. Has puesto dos ejemplos muy buenos: Huntington y hemofilia. Yo antes he hablado de la fibrosis quística. También creo que se podrían añadir algunas distrofias musculares. E imagino que habrá más. Es en esas enfermedades en las que la selección embrionaria (hoy) o la terapia génica (mañana) tienen mucho que decir.
@Sophie:
Estoy contigo, compañera. Respecto a la vida para ser vivida, y a los eufemismos y doble moral entre los que nos deslizamos actualmente. Pero esto sería para abrir otro debate aparte, porque tiene chicha. Mucha.
@Victor:
100% de acuerdo. De hecho, gracias a tu respuesta he añadido la coletilla de monogénica en el disclaimer de arriba (donde Rinzewind). Porque hay enfermedades que sí tienen una base genética (cardiovasculares, psiquiátricas…) pero, o bien ésta no está bien caracterizada, o bien resultaría extremadamente complejo (y poco efectivo) intentar controlar esa variable.
EC-JPR
1 Jul 08 at 23:34
Juer releyendome me suena hasta digno del cartel pro.vida que había en una facultad de medicina…me han dao escalofrios y to…
Aprovecho para dejaros otra reflexión profunda:
¿Realmente pensais que es merece la pena ponerse a mantener una población sumamente sana, tal y como va el planeta?
Es que entonces nos movemos en tiempos grandes, tiempos que hagan que merezca la pena hablar de evolución y creo que exceden lo que aguantarán las condiciones que nos mantienen…
sonicando.com
1 Jul 08 at 23:34
Este post se sitúa en el otro extremo de una noticia curiosa que Shora comentó aquí hace tiempo: una pareja de sordos que, mediante selección genética, tenían hijos sordos.
¿Nos estamos acercando a un mundo como Gattaca, y elegiremos cómo queremos a nuestros hijos?
Me entran más dudas sobre esto: un ser humano genéticamente predipuesto a ser hemofílico (o cualquier otra enfermedad), puede que nunca llegue a manifestar su enfermedad. No sabemos qué enfermedades se arrinconan en nuestro genoma, y muchas de ellas permanecen mudas durante generaciones. ¿No estamos dejando todo en mano del genoma humano, sin pensar en el contexto de cada uno de nosotros?
Y volviendo al problema de las enfermedades, abogo por una mejora en el sistema de salud, demasiado farmacológico y sintomático. Mejoremos las condiciones de vida de estas personas, y evitaremos el excesivo gasto sanitario que conlleva su tratamiento.
Aunque suene a utopía en un mundo que se acerca a una distopía.
roberasturias
1 Jul 08 at 23:53
Estoy de acuerdo en evitar la aparición en la medida de lo posible de enfermedades monogénicas como las que comentais, pero no me parece que la razón para esto sea que el tratamiento tiene un coste muy elevado…Como se ha dicho por ahí arriba, es un caso de dinero recaudado bien utilizado, y no me importa pagarlo si sirve para evitar el sufrimiento de personas con un 100% de posibilidades de tener la enfermedad.
Por otro lado, con mi background biólogo, me chirría un poco tanta mejora «artificial» de una especie como la humana, que está superpoblando el planeta y llegando a límites insospechados todo porque no dejamos actuar a la selección natural que tantos años lleva manteniendo el equilibrio del planeta…
En resumen, tengo sentimientos encontrados respecto a este tema, por la conciencia ética de evitar sufrimiento y por la conciencia evolutiva…
Por cierto, muy buen artículo, lo has planteado muy bien 🙂
Maduixa
2 Jul 08 at 09:48
Hay mucho tema aquí, y no sé por dónde empezar. A ver, en el fondo es el dilema de siempre: hay unos recursos limitados y hemos de buscar la forma de optimizarlos. El principio ético nos dice que hay que mantener a alguien con vida (yo añadiría: si la persona quiere vivir) y como segunda preferencia que esta vida sea digna (sin sufrimiento y lo más feliz posible). Depende de los pesos que demos a cada objetivo, tendremos la función a optimizar hecha. Por ejemplo ¿cuánto vale una persona viva en relación a una persona sin sufrimiento? ¿Veinte a una? ¿Treinta a una? Si tienes 30.000 euros, ¿los gastas en salvar a alguien o en suprimir el dolor a 30 personas? El dilema está claramente ahí, en poner los pesos.
Sobre el «dejar actuar a la selección natural» frente a criar y mantener a personas con enfermedades de carácter genético, creo que puedo aportar un punto de vista que no se ha dicho hasta ahora: yo creo firmemente que formamos parte de la naturaleza. Nuestros cerebros han sido seleccionados (de forma natural, porque el más inteligente ha sobrevivido mejor) para estudiar y comprender el mundo y actuar sobre él. Aparentemente hemos llegado a un punto en que vamos contra la selección natural, pero no, la selección de nuestra capacidad de curar enfermedades y mantener con vida a un hemofílico permite la supervivencia de más genes, aun aparentemente «malos».
Total, que yo no metería a la selección natural en esto. La selección natural es inevitable y actuará con crueldad en caso de cataclismo o epidemia. Utilizar a la selección natural como «excusa» para dejar de salvar a una persona enferma sí es mengelismo, y eso es en en realidad «selección artificial». Hablemos claro, es una cuestión de economía (prefiero eliminar el dolor a 30 personas que salvarte a ti), y también de ética, pero no de biología evolutiva.
Txapulín
2 Jul 08 at 10:54
Realmente es un temazo para tirarse días discutiendo. No soy especialista en el tema, así que tiraré sólo un par de ideas a la mesa (con la esperanza de que no sean muy ridículas).
-Primero has hablado del coste para el sistema sanitario. Es cierto que ese coste existe, y que es grande, pero actualmente eso es dar alas a personas que traen ideas absurdas sobre reducir la recaudación y el gasto del estado en sanidad, poniendo como modelo a países exóticos (ya que en EEUU, donde no hay sanidad pública como tal, el gasto médico medio es cuatro veces el de nuestro país). En resumen, lo que debe preocuparnos de esta cuestión no pasa necesariamente por los costes para el sistema sanitario, salvo, claro está, que realmente empezara a multiplicarse la gente con taras.
-Después, todo el mundo en esta discusión propone diferentes maneras de lo que podemos llamar «selección humana». Es decir, pretendemos sustituir la selección natural, totalmente desterrada de nuestras vidas, por algo, no sabemos bien el qué. En este sentido, y aunque ahora digáis que no que no, que mengele soy yo, creo que el criterio del que habría que partir sería el de imitarla en la medida de lo posible (es decir, plantearnos si tal o cual enfermedad hereditaria incapacitaría a una persona para vivir sin un hospital o una serie de máquinas cerca). Sinceramente pienso (mengelismo a saco) que aunque toda vida merezca ser vivida, llamamos vida a todo tipo de existencia sin discriminar, y quizás antes cabría plantearse eso.
-Respecto a lo de prevenir mediante el estudio (o incluso la sanación) de los genes, me trae a la cabeza una novela terrible, Next, de M. Crichton (sí, el de los dinosaurios), en la que vemos seguros que no aseguran a personas con tendencia genética a ciertas enfermedades, personas con mutaciones cuyos tejidos son patentados por corporaciones, etc. Meterse ahí para salvar a algunas personas podría acabar suponiendo condenar a muchísimas más (te recuerdo el arranque del post, hablando de Huxley y sus distopías realistas).
Bueno, supongo que todo se reduce a que estoy en contra de la civilización, espero que nuestros nietos vivan de sus granjas neolíticas y de cazar alimañas, y de lo contrario de aquí a 50 años vista todos seremos enfermos crónicos, porque todo el mundo tendrá suficientes alergias como para no poder permitirse salir de la ciudad, que será una auténtica pandemia crónica. Y las compañías farmacéuticas encantadas.
Perri el Sucio
2 Jul 08 at 11:12
Magnifico post para descubrir tu blog, me quito el sombrero!!
A lo largo de todos los comentarios (Tan interesantes como el post) no he visto ninguna mención a la responsabilidad de los padres.
Creo que más lógico y economico que los metodos de selección, sería que las parejas en esta situación fueran conscientes (Y creo que lo son) de la tara que van a legar a sus hijos. Vale que la unión carnal con retroños como fruto resulte del todo apetecible (Y es para lo que estamos programados), pero una adopción no tiene por que ser menos satisfactoria.
Y asi de paso matas dos pajaros de un tiro, reduces gasto sanitario y el estado no tiene que tutelar a otro menor.
sHeDeL
2 Jul 08 at 13:06
Creo que Rincewind ha apuntado algo que has pasado por alto en tu respuesta: La pendiente deslizante no está tanto en a partir de qué momento dedices que una enfermedad es «tratable» (aceptando las premisas que sugieres en el post) o no, sino en la definición de «enfermedad».
Por ejemplo, la anemia falciforme. No recuerdo ahora mismo si es monogénica o no, pero es debida a una mutación genética, hereditaria y tal. La casuística era muy similar a la de la hemofília. Provoca una reducción importante en la esperanza de vida, malformaciones musculares y grandes dolores. PERO en caso de malaria, disminuye drásticamente la posibilidad de infección (y por tanto, paradógicamente aumenta la esperanza de vida respecto a los «sanos»).
Para un europeíto, donde la malaria la conocemos por haber leído sobre ella en los libros, está claro que es una enfermedad y que si fuese erradicada todo eso que saldríamos ganando. Pero un habitante del África Negra donde es endémica, y donde también es endémica la malaria, dudo que lo tenga tan claro.
El cascabel del gato está ahí. Lo que con las condiciones que tenemos hoy puede ser considerado una enfermedad a eliminar del bagaje genético de la humanidad, pasado mañana, ante un cambio de condiciones, puede resultar una ventaja competitiva. Realmente es rentable una apuesta tan alta?
Sota
2 Jul 08 at 13:21
¿moralmente incomodos con la discriminación? o ¿Moralmente incomodos con asumir la responsabilidad sobre dicha discriminación?
Los Mengeles de nuestro tiempo tienen pupilas en forma de $ para ver el mundo o trocan parte del sentido común por una fe que les diga como vivir la vida. Así el acceso a medicamentos puede ser una cuestión económica y una transfusión de sangre para salvarle la vida a un niño una religiosa.
Me da la risa, hablemos de nacer negro o blanco en Sudafrica, o de la diferencia de nacer en el Bronx o en Manhattan.
Que paradoja, esclavizamos a una parte del mundo y dejamos que otra muera de hambre para vivir con nuestro aires acondicionados, nuestros coches y nuestras televisiones de plasma y discutimos sobre la moralidad de ciertas terapias.
Discutir sobre terapias génicas o selección embrionaria no es más que una sofisticación del problema: nuestra especie. Lo que para uno es bueno para otro es malo, no las tecnologias sino lo que uno hace con ellas y lo que opiona el de al lado al respecto es el problema.
Pero ya que tengo el privilegio de ser un blanco en un mundo de blancos sin una vivienda propia ni un coche pero con mi tele de plasma y mi ordenador voy a opinar.
Blanco o negro, la selección embrionaria en cierto sentido ya existe y vemos sus consecuencias, no creo que adelantandola 9 meses vayamos a empeorarlo mucho. No hay una única respuesta, pero yo personalmente si que me inclinaría en favor de «Gattaca». Creo que el actual sistema nos lleva de cabeza a la Idiocracia, no hay más que enceder la tele y hacer Zapping. .
De estas terapias pueden salir cosas buenas, las malas ya las conocemos. vivimos con ellas y no nos impide irnos de vacaciones, así que tener prejuicios en este sentido me parece de hipócritas.
Ahora, si la decisión fuese mia, estariamos todos muertos y segunda oportunidad para la naturaleza. Porque no creo que estemos yendo a mejor.
Fabel
2 Jul 08 at 13:54
txapulín, desde mi putno de vista, precisamente de lo que se trata esto es de biología evolutiva, ya que con nuestras acciones estamos influyendo de una manera nunca vista antes en la historia natural en el destino de nuestra especie y de muchísimas otras de las que somos depredadores/extinguidores…Además, el hecho en sí de seleccionar embriones para que no tengan «taras» actúa en contra de la selección natural, que es una de las bases de la biología evolutiva.
Es cierto que tenemos una serie de atributos de los que carecen otras especies, pero ¿hasta qué punto eso nos da derecho a actuar cómo lo hacemos? Con todo mi respeto, me parece un punto de vista un poco antropocéntrico, y yo soy acérrima defensora de que por tener autoconsciencia no somos mejores que el resto de bichos…
Maduixa
2 Jul 08 at 14:01
Al contrario, Maduixa, mi punto de vista es antroponihilista, no somos nada, y además, a la naturaleza le importa una mierda, porque entre otras cosas no tiene consciencia. Si a la larga (o a corto plazo, depende del punto de vista relativo) nos cargamos a la humanidad y al 90% de las especies, no va a pasar nada porque el 10% restante repoblará el mundo sin una característica que es mala para la vida y la supervivencia: la inteligencia. Y eso será selección natural.
Mi mensaje era que usar el concepto de «selección natural» como excusa para hacer «selección artificial» es hacer de Mengele. La selección artificial la estás haciendo DE CUALQUIER MODO. Hay una decisión consciente sobre salvar o dejar morir a una persona, o curarla, o disminuir su dolor o dejar que sufra, cualquier decisión es seleccionar y siempre será hecha por una mente consciente. La selección natural está a otro nivel superior, y no podemos controlarla.
Estoy de acuerdo contigo en que nos estamos cargando el planeta y extinguiendo especies y que no somos mejores que el resto de bichos. Y que eso está mal nos lo dice la ecología (no la biología evolutiva).
No sé si tenemos derecho o no a manipular embriones, pero eso ha de salir de una discusión sobre medicina / ética, no sobre biología evolutiva.
Total, que creo que estamos de acuerdo en el fondo (hemos de dejar de explotar los recursos del mundo del modo que lo estamos haciendo, y yo pienso que si en doscientos años estamos otra vez en las cavernas es que ha salido bastante bien), pero no en el enfoque sobre qué ciencia nos ha de guiar los pasos. Desde luego, la naturaleza, que es cruel, despiadada y mata sin razón, no es ejemplo de nada.
Txapulín
2 Jul 08 at 15:46
Hay muchos aspectos interesantes que discutir sobre todo esto.
Para empezar, yo preguntaría: ¿Realmente existe la selección artificial? Quiero decir que, ¿a qué estamos llamando selección artificial? Porque los humanos hemos evolucionado de tal manera que hemos alcanzado el conocimiento suficiente para curar enfermedades e incluso llevar a cabo terapia genética. Desde este punto de vista, ¿acaso la terapia genética no es selección natural también? No sé si me explico.
Iñaki
3 Jul 08 at 18:47
Desde el punto de vista económico de vida quizás este de acuerdo. Desde el punto de vista real estoy en desacuerdo. Los defectos es evolución, incluso en casos de enfermedad, sirven para controlar tanto recursos(no aumento de la población), como el caso contrario como una ventaja. La gente que es capaz de vencer una de estas taras, de estas enfermedades, es capaz de desarrollar o transmitir, muchas veces la capacidad de vencer esa enfermedad.
Por otra parte, me fijo en el diseño de un ojo, es simple, es imperfecto, pero es practico. Si fuera perfecto no tendríamos un punto ciego ocasionado por donde van los nervios(espero no equivocarme en la definición). Sin embargo, se suple con un segundo ojo(eso es bueno o malo).
¿Alguien se ha puesto a pensar si un virus que entra en una persona, puede mutar(transmitir una variación) a la descendencia?¿Esa mutación es buena o mala? No lo se, habrá casos que pueda ser beneficiosa, y otras no.
Deberíamos plantearlo no en dinero, sino en el propio concepto que define, a donde vamos(la humanidad), y de ahí definir como queremos llegar.
Alf
3 Jul 08 at 23:13
Iñaki, precisamente eso es lo que quiero expresar cuando digo que «la selección natural está por encima de la selección artificial». En este caso no son conceptos opuestos, sino que están a distinto nivel, no se tocan.
Txapulín
4 Jul 08 at 10:19
Sí, pero yo quiero ir un paso más allá: propongo que la selección artificial no existe. Todo es selección natural: hemos evolucionado de manera que somos capaces de hacer eso. Si lo hacemos, será por culpa de la selección natural, si no lo hacemos, también.
Iñaki
4 Jul 08 at 15:43
Me ha llamado mi amigo Stephen Hawking porque, cuando se encontraba escribiendo una entrada en este post, se le ha escacharrado el ordenador y me ha dicho que, si no está cerrado el tema cuando se lo arreglen, os va a hacer unas cuantas sugerencias.
MiAnestesista
25 Oct 09 at 12:01
Joder amo… + 10 con bonus point por machaque de «me la cojo con papel de fumar»
Doctor Mapache
25 Oct 09 at 12:19
@MiAnestesista:
Coño, Doctor, que alegría tener un visitante así por estos lares 😳 ¡Bienvenido al blog!
Respecto a Hawking, dile que no se preocupe: ahora mismo le mandamos un técnico con síndrome de Down para que le intente reconfigurar la red. Seguro que en dos minutos está funcionando otra vez.
@Doctor Mapache:
¿No conocías esta entrada? Pertenece a la época blogspot del blog, y fue todo un campanazo: ¡si hasta Rinze le dedicó una entrada en exclusiva!
EC-JPR
25 Oct 09 at 14:04