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El juego de la asfixia
Estaba revisando marcadores, cuando me ha salido este de Halón Disparado. La noticia:
El «juego de la asfixia» mató a más de 80 jóvenes en EE UU en los últimos doce años
Vayamos por partes. El comentarlo aquí no es por el dato en sí: no hace falta ser un lince en Estadística para darse cuenta de que 80 jóvenes en doce años en el tercer país más poblado del mundo (con más de 300.000.000 proud americans) no es ninguna cifra para llevarse las manos a la cabeza. Apuesto a que suman más los electrocutados mientras intentaban meter la picha por el enchufe. Escribo esto para contar en qué demonios consigue eso del juego de la asfixia. Y, por si a alguno le va el rollito BDSM, para que sepa cómo hacerlo. Que no se diga que no me preocupo por mis lectores.
Así que dejo ya el tono sarcástico, y pongo el tono de dar clase. Un momentillo, que me abroche la bata. Por lo que yo sé (no, nunca lo he probado), el jueguecito de marras no consiste propiamente en «estrangularse», sino en hacer lo que se llama «masaje del seno carotídeo» (MSC). Es decir: presionar en la arteria carótida en cierto punto en el cuello, haciendo creer al organismo que tenemos una hipertensión brutal. Éste, para compensarlo, provocará un bajonazo de presión, de modo que no llega sangre al cerebro y se produce un desmayo. ¿Divertido, eh?
Sin embargo, ese mismo MSC también puede hacer que el nervio vago se active demasiado, frenando el corazón. Tanto es así, que esta hipertonía vagal puede llegar a parar el corazón. De hecho, en un ambiente hospitalario sólo puedes hacer el MSC cuando tienes un carro de paradas a tu alcance… por lo que pudiera pasar.
Y, ya que estamos, os cuento otra gracieta. Lo de quitarle riego al cerebro «con fines lúdicos» no sólo lo hacen estos tontol’habas. Hay gente que se gasta los duros en popper, un líquido que inhalan mientras están con el dalequetepego. Se trata de nitrito de amilo, que tiene un efecto similar: dilata los vasos, bajando pues la tensión, privando al cerebro de oxígeno y aumentando la sensación de placer durante la relación. También, por esa acción vasodilatdora (como la Viagra), favorece el aporte de sangre al pene. Para terminar con estos productos: si queréis ver un ejemplo de su uso, podéis recurrir al cine. En concreto, en la escena de la violación de Irreversible.