Per Ardua ad Astra

Tanto gilipollas y tan pocas balas

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Banco de sangre: extracción

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Donación de sangreDespués de la entrada introductoria que leísteis hace un tiempo, tocaba meterse en las profundidades de la donación de sangre. En el capítulo de hoy, la parte que conoce el donante: la extracción de sangre (otro día iremos con la aféresis, algo más compleja).

Cuando llegamos al banco de sangre nos recibe una enfermera que nos tomará los datos y hará unas breves preguntas para asegurarse de que estamos en perfectas condiciones y no cumplimos ningún criterio de exclusión (¿te han operado? ¿has tenido alguna enfermedad últimamente?). Nos tomará la tensión y comprobará el nivel de hemoglobina: ¡no es cuestión de quedarse anémico por donar! Para ello da un pinchazo en un dedo con una lanceta (como a los diabéticos), recoge una gota de sangre con un capilar de cristal y ve si se hunde al arrojarla a un líquido azul, una disolución de sulfato de cobre de densidad conocida. Si todo está en orden, pasamos a la sala de extracciones.

Balanza osciladorTe sentarás en una butaca con las piernas elevadas y otra enfermera te pondrá un torniquete para palpar mejor las venas en el antebrazo y el codo; cuando haya visto claro dónde pinchar, desinfectará con dos productos distintos y te pinchará el estoque (mejor mira a otro lado: es la peor parte de la donación). Cogerá unos tubos con muestras para las analíticas correspondientes mientras tú estás abriendo y cerrando la mano, facilitando que la sangre fluya hacia una bolsa cuádruple que está sobre una balanza-oscilador. Esta balanza tiene dos funciones: por un lado mezcla la sangre con el anticoagulante y por otro controla la cantidad de sangre extraída, pinzando el conducto al alcanzar el valor prefijado (esto no es banal: los procesos posteriores se basan en el supuesto de que cada bolsa tiene 450 mL de sangre ±10%).

Placas butanodiol
Mantén el ratón encima para verla llena.

La extracción dura unos ocho minutos (en la foto, aguitarte terminó en menos de siete), aunque si empiezas a hacer un hematoma o te mareas, las enfermeras la detendrán inmediatamente y ese día ya no podrás donar. Cuando hayas terminado, la enfermera te sacará la aguja y te dará una gasa para que presiones en el punto de punción: como el agujero no es pequeño, te recomiendo que aprietes fuerte durante unos minutos si luego no quieres tener un bonito moratón. Entonces ella se llevará la bolsa cuádruple y la pondrá a enfriar sobre unas placas de butanodiol que mantienen una temperatura constante de 20 ºC en su superficie, suficientemente baja para detener un posible crecimiento bacteriano, pero no tan fría que inactive las plaquetas. Frikidato: el 1,4-butanodiol es una sustancia que funde a 20 ºC. Por eso, si primero lo congelamos y luego lo ponemos en un recinto más cálido, el butanodiol mantendrá la misma temperatura hasta que se haya fundido todo, lo cual puede demorarse hasta veinticuatro horas. Una ingeniosa forma de mantener refrigerada la sangre mientras espera a ser procesada.

Ya has terminado. Después de un tiempo prudencial te pondrán un apósito en el brazo (que no debes retirar en varias horas) y te dirán que puedes levantarte y salir a que te den algo de comer y beber (preferiblemente algo salado, para retener volumen: patatas fritas, bocadillo de jamón…).

Espero haberlo explicado bien y sin meter la pata: las dudas, en los comentarios. Las próximas entradas sobre el tema serán la donación por aféresis, el fraccionamiento y el serotipado e inmunohematología.

Perpetrado por EC-JPR

abril 2nd, 2010 a las 3:24 am

Categoría: Medicina

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