Entradas de archivo para la etiqueta ‘jóvenes’ tag
Gripe A: ¿por qué (parece que) afecta más a los jóvenes?
Como no podía ser menos, en esta santa casa también vamos a tratar el tema de la gripe A. Y, como no podía ser menos en esta santa casa, toda entrada requiere su documentación previa.
Entre los datos que buscaba se encontraba una explicación del hecho de que la gripe A se cebase con la gente joven: ¿qué tendrá el virus contra nosotros? Una vez encontrada la información, y como anticipo de las entradas gruesas que están en el horno, la comparto con vosotros.
Por lo que he leído, parece que esa mayor incidencia (más casos) y morbilidad (más graves) del virus en jóvenes tiene dos posibles explicaciones. La de la incidencia es bien sencilla: se denomina sesgo diagnóstico, y puede llevar a multiplicar la contagiosidad aparente de una enfermedad. Se explica porque ciertos colectivos (vg. escolares) son más proclives que otros a ser diagnosticados: es más factible que una madre lleve al médico al niño de dos años («¿qué tendrá?») a que vaya el abuelete de setenta («esto no es más que un catarro: ¡en mis tiempos, eso sí eran pulmonías!»), del mismo modo que se hacen más análisis masivos en guarderías o colegios que en fábricas o residencias de ancianos. Este efecto se maximiza cuando la enfermedad tiene un curso benigno, como un catarro o una gastroenteritis, haciendo que el paciente no acuda al médico y muchos casos queden sin diagnosticar1.
Por otra parte, hay otro mecanismo mucho más jugoso que explicaría tanto los contagios como su gravedad en la gente joven, y es el hecho de que los más mayores ya están inmunizados contra la gripe A. Y no, no tiene nada que ver con las vacunas anuales. Esa inmunización se debe a que la llamada «nueva gripe» tiene tanto de nueva como yo de cura: genealógicamente (lo veremos el próximo día) es descendiente directa de la de 1918, y estuvo campando a sus anchas entre los humanos hasta 1957. Por lo tanto, es muy probable que la gente que hoy tiene más de cincuenta y pico años ya hubiese pasado una forma similar de «gripe A» en su juventud, lo cual les proporciona una memoria inmunológica2, y especialmente si atendemos al concepto de «pecado antigénico original»3, que mantiene que el sistema inmunitario tiende a producir anticuerpos de manera predominante contra los antígenos de la primera variante del virus de la gripe al cual se exponen. O, en otras palabras, que las personas expuestas al H1N1 en su niñez podrán responder a él más eficazmente.
Una aclaración: como los más sagaces habrán observado, el último punto tiene un agujero. Es posible que sepáis que el H1N1 volvió a circular entre humanos desde 1977: ¿por qué entonces esa gente no habría de gozar de la misma protección que los mayores? La explicación es simple: si bien el H1N1 (no el triple recombinante pandémico, sino un hermano suyo) ha permanecido en circulación hasta hoy, su incidencia es bastante modesta4, lo cual explicaría que pocas personas hayan estado expuestas y que, a nivel poblacional, no cuenten con esa protección inmunológica.
Y esto es todo por hoy. Ya de vuelta en mi base habitual, prometo terminar en los próximos días las demás entradas sobre gripe para compartirlas con vosotros. Y, entre tanto, ya sabéis: no hagáis demasiado caso a los médicos…
Bibliografía:
1: Coming to grips with foodborne infection – peanut butter, peppers, and nationwide salmonella outbreaks. N Engl J Med. 2009 Mar 5;360(10):949-53. Epub 2009 Feb 11.
2: Severe respiratory disease concurrent with the circulation of H1N1 influenza. N Engl J Med. 2009 Aug 13;361(7):674-9. Epub 2009 Jun 29.
3: Inmunidad adaptativa a la infección. En: Janeway CA, Travers P, Walport M, Shlomchik MJ. Inmunobiología: el sistema inmunitario en condiciones de salud y enfermedad. 2ª ed., Masson; 2003, p.418
4: Global patterns in seasonal activity of influenza A/H3N2, A/H1N1, and B from 1997 to 2005: viral coexistence and latitudinal gradients. PLoS One. 2007 Dec 12;2(12):e1296.