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¿Puedo contagiarme si estoy vacunado?
Ya son varias las personas a las que he oído preguntarse cómo es posible contagiarse de una enfermedad de la que has sido vacunado: parece ilógico, ¿no? Bueno, permitidme la comparación: un chaleco antibalas te puede salvar la vida, pero no evita que puedas morir de un tiro.
Las vacunas han sido uno de los mayores avances de la Salud Pública1. Permitieron erradicar la viruela, o que esta parte de Europa sea hoy zona libre de polio2 (a la espera de que desaparezca completamente, o de que los soplapollas antivacunas la hagan regresar). Salvan vidas cuando se administra a las personas apropiadas (un muerto menos por cada ciento y pico ancianos cardiópatas vacunados contra la gripe3). Pero no son un seguro a todo riesgo.
¿Qué es una vacuna? Resumidamente, una forma de entrenar al cuerpo para que se defienda contra determinados organismos. Queremos que nuestra policía inmunitaria nos defienda de los hooligans de cierto equipo, así que le enseñamos un hincha desarmado, la bufanda del equipo o una de sus bocinas, para que aprenda a reconocerlos cuando los vea. Cuando administras una vacuna persigues crear una memoria inmune que pueda desencadenar una respuesta contra el antígeno que estás administrando.
Atención al detalle: he dicho antígeno, no bicho. Si a la policía le enseño bufandas, buscará bufandas, si le enseño vuvuzelas, buscará vuvuzelas. ¿Qué significa esto? Ejemplo: el Streptococcus pneumoniae es un bicho del que existen multitud de serotipos (como las versiones de un mismo modelo de coche), serotipos que dependen de unos azúcares de su membrana. Estos azúcares son los que generan la respuesta inmune y, por tanto, los que se administran en la vacuna. En niños menores de dos años hay que administrar la heptavalente, que cubre los siete serotipos causantes de un ~80% de las infecciones4. Eso implica que hay un 20% de infecciones que no serán evitadas por la vacuna. ‘Menuda mierda’, podréis pensar. Pues no: el hecho es que la vacuna reduce notablemente la incidencia y las consecuencias de enfermedades neumocócicas (neumonía, otitis y meningitis)5,6. Pero bueno, que divago: el tema es que no tengo que esperar protección contra aquello que no estaba en la vacuna.
Y eso suponiendo que todo haya ido bien, porque la vacuna no siempre es inmunogénica. En otras palabras, vacunación no siempre implica inmunización. Sabréis que hay ciertas vacunas que se administran en varias dosis: el motivo es que unas no son tan «potentes» como otras (no es igual de duro inocular bichos atontados que azúcares de la membrana). Es el caso, por ejemplo, de la hepatitis B, donde no pinchamos virus sino el llamado «antígeno Australia», una de sus proteínas de envoltorio, obtenida por ingeniería genética. Además, aunque repinchemos al paciente hay un porcentaje variable de individuos que no desarrollan una respuesta suficientemente potente y que, por consiguiente, no están inmunizados. Mismo ejemplo: hepatitis B. En torno a un 10% no van a llegar a «seroconvertir», a inmunizarse (porcentaje que puede subir hasta el 50% si el paciente está inmunodeprimido).7,8
Por otra parte, la inmunidad no es perenne en todos los casos: hay vacunas en las que esa inmunidad decae con el tiempo9, y es el motivo por el que se revacuna contra el tétanos cada diez años (o se debería).
Asimismo, también hay cepas que pasan «bajo el radar»: es lo que sucede con la vacuna de la hepatitis B y la cepa mutante de escape del virus10. Y no obstante, con todas las pegas que le estoy sacando a la pobre vacuna, ha demostrado sobradamente su capacidad de reducir las infecciones por VHB en la población, e incluso la incidencia de hepatocarcinoma11.
Para terminar, indicar que no todas las vacunas tienen una finalidad de protección colectiva, pues no en todas procede aplicar la inmunidad de rebaño. Si se trata de bichos que están en el medio (su reservorio no es humano) y que no se contagian persona a persona, el que yo esté sin inmunizar sólo me afecta a mí. Es el caso del tétanos, por ejemplo.
Espero haberos contado algo que no supiéseis. Si tenéis alguna otra duda sobre las vacunas, os recomiendo que le echéis un vistazo a este detallado documento del CDC: Some Common Misconceptions about vaccination and how to respond to them. Para lo demás, el formulario de comentarios.
Bibliografía:
1: Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Impact of vaccines universally recommended for children–United States, 1990-1998. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. 1999 Apr 2;48(12):243-8.
2: Poliomyelitis. Fact sheet nº 114. Geneva: WHO; 2010 [acceso 21 de noviembre de 2010]. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs114/en/index.html
3: de Diego C, et al. Effects of annual influenza vaccination on winter mortality in elderly people with chronic heart disease. Eur Heart J. 2009 Jan;30(2):209-16. Epub 2008 Nov 8.
4: Advisory Committee on Immunization Practices. Preventing pneumococcal disease among infants and young children. Recommendations of the Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP). MMWR Recomm Rep. 2000 Oct 6;49(RR-9):1-35.
5: Rodenburg GD, et al. Effects of pneumococcal conjugate vaccine 2 years after its introduction, the Netherlands. Emerg Infect Dis. 2010 May;16(5):816-23.
6: Giachetto Larraz G, et al. Costo-efectividad de la vacunación universal antineumocócica en Uruguay. Rev Panam Salud Publica. 2010 Aug;28(2):92-9.
7: Agladioglu S, Beyazova U, Camurdan AD, Sahin F, Atak A. Immunogenicity of recombinant hepatitis B vaccine: comparison of two different vaccination schedules. Infection. 2010 Aug;38(4):269-73.
8: Keating GM, Noble S. Recombinant hepatitis B vaccine (Engerix-B): a review of its immunogenicity and protective efficacy against hepatitis B. Drugs. 2003;63(10):1021-51.
9: Beran J, et al. Comparison of long-term (10 years) immunogenicity of two- and three-dose regimens of a combined hepatitis A and B vaccine in adolescents. Vaccine. 2010 Aug 23;28(37):5993-7. Epub 2010 Jul 15.
10: Dienstag JL, Isselbacher KJ. Acute viral hepatitis. En: Longo DL, Jameson JL, editores. Harrison’s Principles of Internal Medicine. 16ª ed. McGraw Hill; 2005. p.1826
11: Chang MH, et al. Decreased incidence of hepatocellular carcinoma in hepatitis B vaccinees: a 20-year follow-up study. J Natl Cancer Inst. 2009 Oct 7;101(19):1348-55. Epub 2009 Sep 16.
Qué atrevida es la ignorancia… sobre las vacunas
Tenía prevista una entrada explicando por qué una vacuna no nos garantiza completa y absoluta inmunidad contra todas las formas de una enfermedad. Pero este comentario me ha demostrado que hay que empezar de más abajo, con cosas básicas. Insultantemente básicas. Así que hoy desmontaremos algunos argumentos falaces, y en unos pocos días vendrá la otra entrada, la del tocho de bibliografía.
¿Cuáles son los ingredientes de cada una de las vacunas? Me parece raro que en la alimentación, piensos, abonos, pesticidas… se obligue a poner los ingredientes y en las vacunas que es más peligroso porque se inyecta directamente en el cuerpo no se hagan públicas. Los propios médicos y enfermeras desconocen su composición, ¿no te parece raro?
No me parece raro: simplemente es mentira. Si miras el prospecto que viene en cada cajita, lo verás. Si buscas la ficha técnica en la Agencia Española del Medicamento, también. Incluso Google lo sabe. Además, si los médicos y las enfermeras desconociesen la composición, ¿por qué le preguntan a cada enfermo si es alérgico a antibióticos? Es más: ¿qué tendrá que ver un antibiótico con la vacuna de la gripe? Ah, dudas…
Si se obliga a vacunar y mi hija enferma o muere a causa de la misma, ¿qué juez o estado se hace responsable de esto? (advierto que no quiero una suma millonaria a cambio de mi pequeña)
Si no la vacunas y tu hija se contagia, ¿te harás tú responsable del tratamiento de la enfermedad y las secuelas? Y si tu hija rompe la inmunidad de rebaño y es un eslabón de la cadena de transmisión, ¿indemnizarás a las personas afectadas? Aparte, qué coño: ¿realmente hace falta explicar que matan más las enfermedades prevenibles que sus vacunas?
¿Por qué me he de fiar de las farmacéuticas privadas?
¿Por qué he de fiarme del tendero de la plaza? ¡A ver si me va a estar vendiendo carne adulterada! ¡O pescado contaminado! Es más, ¿por qué he de fiarme de que un policía no use su arma para robar? Ahora entiendo, como se dedican a algo, sólo buscan darme por culo con ello: el profesor que enseña al revés para que los alumnos no sepan tanto como él, el farmacéutico que te vende pastillas caducadas para que no te cures…
¿Me puede alguien asegurar que los descendientes no tendrán secuelas o imperfecciones a causa de inutilizar nuestro cuerpo a base de vacunas?
Los descendientes. Rediós. O sea que las vacunas, que contienen azúcares y/o proteínas (o, unas pocas, bichos atontados), pueden modificar el ADN (no sé cómo) de las células germinales para transmitirse a la descendencia. Oye, hay un puñado de laboratorios investigando en terapia génica a los que les vendría de perlas saber cómo hacerlo. Hablando en serio: no, no puedo asegurártelo. Como tampoco puedo asegurarte que pinchándote la vacuna no adquieras visión de rayos X: se ha empleado en centenares de miles de personas y nunca se ha descrito, pero asegurarlo, asegurarlo… no puedo. Qué le voy a hacer, la Ciencia debe reconocer sus limitaciones. Para el resto de efectos secundarios, observaciones recogidas a lo largo de años de uso, están perfectamente descritos en la ficha técnica. Esa que salía buscando en Google.
¿Aquellos que vacunan indagan en estas cuestiones o, simplemente, lo hacen porque les han dicho que lo deben hacer? Quien es más irresponsable, ¿el que después de leer leer y más leer decide no vacunar o el que vacuna porque todos lo hacen sin cuestionarse nada?
Si después de leer decide saltarse ciertas vacunas, no es irresponsable: es simplemente un estúpido o un cabrón, en función de los casos. Estúpidos los que se exponen a sí mismos a sufrir una enfermedad que podían haber prevenido (como el que empieza a fumar o anda en bici sin casco). Cabrones los que exponen a otros (su hijo o los compañeros de colegio de éste) a dichas enfermedades.
¿Por qué se vacuna por sistema de enfermedades erradicadas? Tal vez fuera necesario hace algunos años, pero a día de hoy parece innecesario, ¿no? ¿Salud o dinero?
¿Erradicadas? Como… ¿la viruela, que ya no se vacuna? ¿O quizás como el sarampión, del que hubo más de 300 casos en España en 2008? Erradicar significa que no se ha detectado ningún caso durante varios años, y hasta hoy las dos únicas enfermedades erradicadas son la viruela y la peste bovina. Quizás quien pregunta eso está pensando en la polio, una enfermedad que hoy se considera erradicada en algunos territorios (de los que Europa Occidental forma parte). Pero eso no significa que no sea endémica en otros países: no cierres el gallinero, y verás qué risa si un día se acerca el lobo. Deja de vacunar y verás qué pasa si algún viajero o algún inmigrante traen el virus. ¿Improbable? Mira lo que nos está pasando con la tuberculosis… Si el objetivo es la erradicación, no puedes permitirte ni un caso, ni una excepción que confirme la regla. Aparte de que sólo algunas enfermedades son erradicables.
En cuanto a lo de «salud o dinero», a las malvadas farmacéuticas les interesaría que hubiese más enfermos, ¿no crees? Más ingresos hospitalarios, más antibióticos, ¡carísimas inmunoglobulinas! Eh, ¡y más trabajo para mí! Hmm… me lo voy a tener que pensar.
¿Una persona vacunada no queda inmunizada? Si es así, ¿por qué se teme el contagio? Si no es así, ¿para qué se vacuna?
Vacunarse disminuye el riesgo, pero no lo elimina. Llevar un chaleco antibalas no evita que te maten de un tiro, pero puede salvarte la vida. Si me pongo la vacuna del neumococo (cuyo prospecto enlacé antes), estaré protegido contra las veintitrés cepas contenidas en la vacuna, ¡pero no contra los otros sesenta y tres serotipos! La clave es que esas veintitrés cepas causan el 90% de las infecciones. Otro ejemplo más directo: un 5% de las hepatitis B están causadas por una variante llamada «mutante precore», contra la que la vacuna es simplemente inútil. Y no obstante, adivina qué médico que está escribiendo esto está vacunado contra la hepatitis B. Una pista: es el mismo que en unas semanas comprobará sus anticuerpos en sangre, a ver si aún queda algo de lo que le pincharon hace años (y se revacunará si no es así), porque la vacunación no siempre equivale a inmunización, y ésta no siempre dura para toda la vida.
También hay médicos y enfermeros que no vacunan a sus hijos ¿qué ven en la sanidad para desconfiar? Por todos es conocido que los comerciales de las farmacéuticas circulan por hospitales y centros de salud a sus anchas.
Se me acaba de romper el detector de falacias: ¡toma ad hominem! Si sirve de algo, yo no conozco ninguno de esos, y te aseguro que he hablado con unos cuantos (de hecho, todos con los que he comentado el tema de las vacunas pensamos igual). Lo de los visitadores médicos ya es para mear y no echar gota…
Todos los bebés vacunados que conozco, han tenido fiebres y se han puesto enfermos (y no te digo nada si van a base de biberón), mi hija todavía no ha necesitado un médico, no sabe lo que es siquiera resfriarse. (esperemos que dure), ¿es necesario enfermar a un bebé sano o tal vez se debería esperar a vacunarlos cuando su sistema inmunológico esté maduro para afrontarlas?
Punto uno: las vacunas ya se administran cuando el sistema inmune está suficientemente «maduro»; si no, ¡no servirían de nada! Por eso no se les ponen a ciertos inmunodeprimidos: ¡sería como pincharles agua, no van a generar una respuesta defensiva! Es más: las vacunas incluso se adaptan a la madurez (por eso se emplean las vacunas conjugadas).
Punto dos: ¿por qué esperar? Las vacunas se pinchan tan pronto como puedan suponer un beneficio. Si un niño puede contagiarse de sarampión con cuatro años, se le da la vacuna cuando tiene tres. Si una persona va a viajar a la Meca, se le pone la vacuna de la meningitis antes de ir, y si se le quita el bazo en una operación, además se le vacuna contra el neumococo.
En los últimos años se ha cambiado varias veces el calendario vacunal y las propias vacunas. Entonces, ¿esto quiere decir, funcionan o no, se sabe que se hace o es un experimento?
No sólo han probado que funcionan, sino que además se adapta el calendario vacunal a las mejores pruebas disponibles. ¿Por qué crees que se dejó de usar la vacuna Sabin para la polio y ahora se emplea la Salk? ¿Quizás porque la primera, a pesar de ser más eficaz, tenía unos efectos secundarios que no compensaban? ¿Por qué crees que se introdujo la vacuna contra el Haemophilus influenzae b? Incluso apuesto: si mañana se descubriese una vacuna contra el VIH, ¿dudas que no se incluiría en el calendario? ¡Si hasta lo está la del VPH, hombre!
¿Alguien pone la mano en el fuego y me asegura que no voy a poner en riesgo a mi niña si accedo al pinchazo?
Yo pongo la mano en el fuego y te aseguro que la estás poniendo en riesgo si no «accedes al pinchazo».